La vuelta a clases en este 2024 está generando un impacto económico significativo en los bolsillos de los padres y cuidadores. Un estudio revela que un kit de 20 útiles escolares, esenciales para el inicio del año escolar, ahora suma casi 38.000 pesos, lo que representa un aumento del 270% en comparación con el año pasado, cuando el mismo kit rondaba los $9.000.

Este aumento descomunal en la canasta escolar se ha convertido en un desafío adicional para las familias, que ya enfrentan incrementos del 50% en las cuotas de colegios privados y una inflación anual que rondó el 240% en enero pasado.

Los libreros atribuyen este desfasaje de precios al costo del papel, que ha aumentado por encima del índice de precios al consumidor (IPC), así como a la apreciación del dólar oficial, que subió casi un 120% el 14 de diciembre pasado. Además, los cambios en el equipo económico y la asunción de Sergio Massa al frente del Palacio de Hacienda en 2022 también contribuyeron a esta disparada de precios.

La canasta escolar no solo incluye útiles como lápices, cuadernos y marcadores, sino también elementos como mochilas, guardapolvos y cartucheras, que han experimentado aumentos significativos. Por ejemplo, un guardapolvo de primera marca ahora cuesta $23.000, un 220% más que en 2023.

La situación es aún más difícil para los padres con hijos en edad secundaria, ya que el combo de útiles escolares para secundaria sin contar libros, mochila ni indumentaria, requiere una inversión de $35.000. Esto representa un desafío financiero adicional en medio de la creciente presión económica.

Además, los avances tecnológicos también están influyendo en los gastos educativos, ya que adquirir un kit de celular Android 4G, auriculares con micrófono y un plan de datos ahora cuesta $320.000, en comparación con los $75.000 de 2023. Incluso una canasta tecnológica más completa, que incluye notebook, impresora multifuncional y otros elementos, se ha encarecido en un 540% desde el año pasado, alcanzando los $770.000.

En resumen, la vuelta a clases en 2024 está marcada por un aumento significativo en los costos de la canasta escolar y la incorporación de tecnología, lo que representa un desafío económico importante para las familias en un contexto de inflación y aumentos generalizados.