En un giro inesperado, el FMI ha ajustado su pronóstico para la economía argentina, proyectando ahora una caída del 2,8% en el PIB para el año en curso. Este sombrío panorama contrasta con las previsiones anteriores del organismo en octubre, que anticipaban un crecimiento del 2,8%. La actualización del informe, emitida desde Washington este martes, sugiere que Argentina enfrenta desafíos macroeconómicos significativos.

Según el FMI, esta revisión a la baja se debe al crecimiento negativo de Argentina en el contexto de un profundo ajuste en la política económica destinado a restaurar la estabilidad macroeconómica del país. Aunque la situación se ve sombría para 2024, el Fondo prevé un resurgimiento en 2025, con un crecimiento proyectado del 5% en el Producto Bruto.

En cuanto a la inflación, el FMI no proporciona cifras específicas para este año, pero advierte que se espera un aumento en el corto plazo debido a la realineación de los precios relativos, la eliminación de antiguos controles de precios, la reciente depreciación de la moneda y su impacto en los precios.

A nivel global, el Fondo Monetario Internacional pronostica un crecimiento del 3,1% en 2024 y un 3,2% en 2025, superando ligeramente las estimaciones anteriores de octubre. Esto se debe en parte a la mayor resiliencia de lo esperado en Estados Unidos y en varias economías emergentes, así como al estímulo fiscal en China. Sin embargo, estas proyecciones aún están por debajo del promedio histórico de crecimiento global.

Para América Latina y el Caribe, el informe del FMI predice una contracción del 1,9% en el PIB en 2024, mientras que para Brasil, el principal socio comercial de Argentina, se espera un crecimiento económico del 1,7%.

Pierre-Olivier Gourinchas, economista jefe del FMI, señaló que la economía global parece encaminarse hacia un aterrizaje suave, pero advirtió que persisten riesgos. "Las nubes comienzan a despejarse. La economía global está iniciando su descenso final hacia un aterrizaje suave, con una inflación que disminuye constantemente y un crecimiento que se mantiene. Sin embargo, el ritmo de expansión sigue siendo lento y las turbulencias son posibles", enfatizó.

En cuanto a la inflación a nivel mundial, el FMI estima que descenderá al 5,8% en 2024 y al 4,4% en 2025. El informe subraya la importancia de la consolidación fiscal en muchos casos, dado que la inflación está disminuyendo y las economías están en mejores condiciones para absorber los efectos de los ajustes presupuestarios. Esto se considera esencial para restaurar la capacidad presupuestaria, abordar posibles shocks futuros, recaudar ingresos para nuevas prioridades de gasto y frenar el aumento de la deuda pública.