En una reciente declaración que ha agitado el panorama político argentino, el presidente Javier Milei ha acusado a sus opositores de defender "tongos" o intereses corporativos, en medio del debate sobre la controvertida ley ‘Bases’. Este lunes, Milei atribuyó el paro general anunciado por la CGT para el próximo miércoles a la existencia de "dos Argentinas", una frase que ha resonado en el escenario político del país.

En una entrevista con radio Rock and Pop, Milei afirmó que el Gobierno "no ha cedido en nada" en la discusión legislativa de la ley ‘Bases’, considerando los cambios propuestos al proyecto como "mejoras". Según el mandatario, estos ajustes son pasos hacia un modelo de país "desarrollado", en contraposición a una Argentina que, a su juicio, "se quiere quedar en el atraso, el pasado y la decadencia".

El presidente también vinculó el paro de la CGT a esta división, sugiriendo que algunos sindicalistas entienden la problemática económica del país, especialmente el estancamiento en la creación de empleo en el sector privado desde 2011. Esta situación, según Milei, refleja la necesidad de un cambio radical en la política económica.

En cuanto a la inflación, Milei sorprendió al calificar un índice del 25% en enero, similar al registrado en diciembre, como un "buen dato". El presidente expresó que mantener este índice sería un signo de estar en "el inicio del camino descendente" de la inflación. Además, reafirmó su compromiso de "estabilizar la economía, limpiar el sobrante monetario y sanear el Banco Central", con el objetivo final de "liberar plenamente el mercado de cambios".

En el contexto del debate sobre la ley ‘Bases’, Milei criticó a aquellos políticos que, según él, buscan "defender sus intereses corporativos y sus tongos", en lugar de adoptar medidas necesarias para el progreso del país. Reiteró que tanto el DNU de desregulación económica como la ley ‘Bases’ están destinados a "devolver libertades y eliminar tongos".

Finalmente, Milei respondió a los cuestionamientos de la comunidad artística sobre el impacto de la ley ‘Bases’ en la cultura, argumentando que es necesario priorizar los recursos del Estado. Planteó una disyuntiva entre "financiar películas que no mira nadie pero que mantienen un alto nivel de vida de ciertos actores políticos" y "usar esos recursos para alimentar a los desnutridos y pobres del país".

La posición de Milei ha generado un intenso debate en la sociedad argentina, reflejando la profundidad de las divisiones políticas y las difíciles decisiones económicas que enfrenta el país.