La Confederación General del Trabajo (CGT) ha anunciado un paro nacional que se llevará a cabo el próximo 9 de mayo, con consecuencias significativas en diversos sectores cruciales para el funcionamiento del país.

El secretario general de la CGT, Héctor Daer, reafirmó la medida como respuesta al impacto del ajuste de precios y tarifas, que se percibe como un intento de reducir los salarios, lo que podría conducir a un proceso recesivo insostenible. En consecuencia, se ha decidido convocar a un paro de 24 horas, con la participación de todos los gremios afiliados a la CGT.

El transporte será uno de los servicios más afectados, con la confirmación de la adhesión de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y Metrodelegados, lo que implicará la interrupción de los servicios de transporte público urbano, incluyendo subtes y autobuses.

En el ámbito educativo, se espera la adhesión de los gremios docentes, lo que podría resultar en la suspensión de clases en escuelas y universidades en todo el país.

El sector salud también se verá impactado, con la participación de sindicatos como FATSA (Sanidad), lo que podría implicar restricciones en la atención médica y hospitalaria.

Además, el comercio y la actividad bancaria se verán paralizados, con la confirmación de la participación de sindicatos como FAECYS (Comercio) y La Bancaria, lo que afectará las operaciones comerciales y financieras en todo el territorio nacional.

No obstante, algunos sectores como el Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFYB) han decidido no adherir al paro, aunque expresan su rechazo a ciertas políticas laborales del Gobierno.

En resumen, el paro nacional convocado por la CGT el 9 de mayo tendrá un impacto significativo en servicios esenciales del país, reflejando las tensiones entre los trabajadores y el Gobierno en relación con las políticas económicas y laborales.