En 1947, en un taller de Cañada de Ucle, el famoso Roque Vassalli terminó la adaptación de un prototipo de cosechadora adaptada al campo argentino, y dos años después montó una planta en Firmat para comenzar a producirla. La historia, luego, lleva más de 70 años y fue tan tumultosa como la de la propia Argentina, con momentos de éxito (se fabricaron más de 35.000 cosechadoras) y momento de crisis (la empresa llegó a estar cerrada).

Hace un mes los rumores de cierre volvieron a aparecer. Pero desde Firmat, los dueños de la firma desmintieron esas versiones que pusieron en alerta a los más de 300 trabajadores que viven de trabajar en ese lugar. A la par se supo que la fábrica estaba siendo visitada por potenciales inversores.

“Con la empresa en una situación económica saneada, garantizando aguinaldos y vacaciones, esta etapa contrasta positivamente con momentos anteriores. Además, se ultiman detalles de la última cosechadora Vassalli construida. ¡El futuro de Vassalli se perfila con optimismo!”, decía una crónica de principios de diciembre, justo después del cambio de gobierno.

Las vacaciones se han producido: en este momento los trabajadores de la fábrica de cosechadoras más grande de la Argentina no han vuelto todavía al trabajo de un estudiado periodo de receso en la producción. Pero han trascendido novedades sobre un posible comprador. Sería  según dicen  “un importante empresario del rubro avícola, el cual pondría a cargo de la fábrica a una persona que supo estar en la empresa durante la década del 90, cuando fue propiedad del grupo Koner-Salgado”.

Indican que el cambio de manos ya habría sido decidido por el actual dueño, el empresario Esteban Eskenazi, luego de varias semanas de negociaciones para el traspaso de Vassalli Fabril SA.

“Vale recordar que actualmente casi la totalidad del personal se encuentra de vacaciones y en los próximos días deberá ir reincorporándose a sus tareas. Seguramente allí, les informarán sobre las novedades”, dice el medio firmatense, que luego apuntó: “A priori, la concreción de la venta es una buena noticia para la ciudad porque en algún momento se temió que ninguno de los supuestos interesados la terminase comprando”.