El nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) refinancia los vencimientos del préstamo otorgado en 2018 durante el Gobierno de Mauricio Macri. Ese financiamiento se repaga en doce cuotas semestrales a partir de los 4 años y medio posteriores a la fecha de cada desembolso, por lo que los pagos de capital comenzarían en 2026 y terminarían en 2034. En cambio, se mantienen los pagos de los intereses a lo largo de todo el programa, esto es hasta 2034.
Los nuevos vencimientos de capital arrancan en 2026 y se elevan a más de los U$S 7.000 millones anuales entre 2028 y 2031, cuando además, hay fuertes vencimientos de deuda con el sector privado y con el resto de los organismos financieros internacionales.

De esta manera, la deuda en moneda extranjera por préstamos, bonos, al FMI y demás organismos entre 2025 y 2032 rondan los U$S 20.000 millones anuales, muy difíciles de enfrentar. En total, son unos 160.000 millones de dólares.

Todo indicaría que se trata de un acuerdo “parcial” y que en 2024 Argentina deberá encarar una nueva negociación pero ya con el gobierno que surja de las próximas elecciones. Entretanto, las auditorías trimestrales del FMI ejercerán las presiones del organismo, cuya intensidad dependerá de la evolución de la situación política y social.

Resulta aventurado pensar que para esa fecha Argentina pueda volver a los mercados internacionales y refinanciar esos vencimientos tomando nueva deuda a tasas razonables. Posiblemente se deberá encarar un nuevo canje de deuda mientras los vencimientos con el FMI y demás organismos internacionales también volverían a ser refinanciados, en tanto y en cuanto el país siga pagando los intereses.

No obstante, la crisis actual, profundizada por la invasión rusa a Ucrania, podría alterar el calendario del acuerdo, más aún de cara a las elecciones de 2023. Si el FMI apuesta a un cambio de Gobierno, podría presionar a través de las auditorias trimestrales, elevando el stress financiero e inflacionario, con todo su impacto sobre la población.

Hasta febrero de este año, Argentina pagó intereses por U$S 4.401 millones. Si cumple con los nuevos vencimientos de capital, la cuenta de intereses suma 11.154 millones de dólares. Un total de U$S 15.555 millones.

 
Al aprobar el acuerdo, y como una especie de cobertura, el FMI admitió los altos riesgos del nuevo programa, agravado por las consecuencias de la invasión Rusa a Ucrania y las sanciones económicas que alteraron las perspectivas económicas internacionales, en especial en los costos de la energía, los precios de las materias primas y la presión inflacionaria mundial, todos factores claves que hacen más difícil o clase imposible que el acuerdo o programa con el FMI no sufra alteraciones, más durante 2023 un año electoral.