El grupo de jóvenes oriundos de Rosario señalado como protagonista de la agresión a un muchacho de 20 años, que permanece internado en terapia intermedia después de las heridas en la cabeza sufridas por los golpes recibidos con una botella de vidrio, suspendió esta mañana la estadía contratada y abandonó de manera abrupta el hotel céntrico donde se alojaba.

La policía, entre varios pasos que dio la investigación que lleva adelante el fiscal Pablo Cubas, consiguió la identidad de los agresores y fue tras sus pasos. Se presume que los sospechosos ya abandonaron Mar del Plata.

Los responsables del boliche Ananá, escenario de la gresca que pudo haber terminado en tragedia, aportaron a los investigadores los datos de la persona que había reservado la mesa en el sector VIP del que funciona en el complejo La Normandina, en Playa Grande.

Quienes ahora son buscados -en principio sin acusación y solo para que aporten su testimonio- son tres hombres y una mujer que serían apenas mayores de 20 años.

Personal de la Policía Científica trabajó hoy en el local bailable, que funciona en formato de burbujas sociales, para levantar rastros que puedan aportar mayor cantidad de pruebas a esta investigación que da sus primeros pasos. Por ahora bajo la carátula de «lesiones leves en riña», aunque podría tener cambios en la medida que se aporten más evidencias.

El enfrentamiento se dio apenas pasada la medianoche. Las cámaras de seguridad del lugar, cuyas grabaciones ya están en manos de la justicia, no lograron tomar con cercanía, precisión y claridad el momento crucial, cuando se produce el ataque a Matías Montín, oriundo de la ciudad de Buenos Aires. «Fue en un rincón, apenas se ve [en las imágenes] una escaramuza», dijeron las fuentes consultadas.

Según declararon amigos de la víctimas, uno de quienes ocupaba la mesa reservada por el grupo rosarino se cruzó y discutió en el sector de baños con uno de los jóvenes que acompañaba a Montín.

Al regresar al salón, con cercanía entre ambas mesas, la discusión subió de tono y calidad de insultos hasta desembocar en una brutal agresión física.

Carlos Montín, padre de Matías, aseguró que su hijo tiene tres violentos golpes en la cabeza. Sufrió una hemorragia interna y se deberá esperar la evolución para ver si deber ir a una cirugía.

Por ahora permanece internado en el área de terapia intermedia del Hospital Privado de la Comunidad (HPC). «Está consciente, pero no recuerda lo que pasó», dijo el padre de la víctima.