En la ciudad de Venado Tuerto un control vehicular detuvo a una camioneta que llevaba dos cuerpos a cremar, en lo que parecía un simple control de rutina. Pero el utilitario no tenía los papeles al día y fue secuestrada. La particularidad de este caso, es que la chata pertenece a una funeraria que fue clausurada tres veces desde junio, por «acopiar» cuerpos en un depósito, entre otras irregularidades.

La Gendarmería frenó a la camioneta en las inmediaciones de la ruta 8 y Alem, saliendo de la ciudad, con destino a la ciudad de Colón, donde se iba a realizar la cremación. Cuando detectaron que faltaba documentación correspondiente, llamó al personal municipal y pidió la intervención de Fisalía.

Al transporte le faltaba la Verificación Técnica, parte de la documentación del titular y además no tenía el permiso para circular, ante esto la trafic amarilla fue llevada al predio de la Gendarmería.

Los cadáveres serán llevados a Colón en la provincia de Buenos Aires en otro vehículo.

La empresa responsable es la misma funeraria que en junio fue clausurada por tener almacenados cuerpos para cremar en un galpón sin las condiciones adecuadas y en septiembre fue nuevamente intervenida porque una familia denuncio no poder encontrar el cuerpo de un fallecido.

Debe recordarse que la empresa responsable es la misma funeraria que a mediados de junio fue clausurada por detectarse que tenía almacenados cadáveres para cremación en un galpón sin las condiciones adecuadas, y tres meses después -en septiembre- fue nuevamente intervenida a partir de la denuncia de una familia que no podía hallar el cuerpo de su familiar fallecido.