Lo primero que destacaron, es que se prolonga por 30 días más el nuevo formato de respuestas.

Esto es: solo se están priorizando las consultas que requieran de un profesional de la salud en cualquiera de sus servicios, mientras que Psicología y Nutrición están siendo derivadas a vías no presenciales. Luego, no se están expidiendo certificados de ningún tipo.

Es para destacar que el edificio se dividió en dos partes. Por calle Tucumán, están ingresando quienes tengan fiebre, tos o dificultad respiratoria. Esto abarca a niños, adolescentes y adultos. Mientras que por calle San Martin, entran quienes tengan cualquier otro tipo de patologías.

En ambos casos, previamente se debe tocar timbre e incluso avisar telefónicamente sería lo recomendable para que se prepare el personal. No está permitido el ingreso de más de dos personas en las salas de espera, en ambas alas.

Además, se prepararon dos salas de internación con tres camas cada una, para pacientes con síntomas leves de COVID-19. En caso de ser necesario, los profesionales van a sugerir el traslado a Venado Tuerto para la alta complejidad del tratamiento. Asimismo, en el Hogar de Adultos Mayores, se preparó una habitación para pacientes con patologías comunes y tratamientos ambulatorios.

Por otra parte, la antigua sala de rayos se acondicionó íntegramente en su parte eléctrica, se arreglaron las paredes, se pintó y hasta se preparó un espacio para la atención pediátrica. Las patologías comunes y “Controles de Niño Sano”, se continúan haciendo dos o tres veces por semana, con pedido telefónico previo y consulta.

Todas estas tareas, fueron posibles gracias a la colaboración de la diputada provincial Silvia Ciancio.

Tratamiento especial

También se dispuso de un consultorio equipado desde cero al lado de la sala de rayos, en cercanía de la entrada por calle Tucumán y las dos salas de internación para pacientes con síntomas leves de COVID-19, con síndromes respiratorios o febriles. El lugar, está rotulado para una mejor operatividad de los profesionales y ya realizaron simulacros al respecto.

Es decir, en caso de tratar con un paciente positivo leve de coronavirus, los profesionales se preparan en el antiguo quirófano y salen por otra puerta para poder hacer la atención en la sala de internación. Cuando regresan, entran por la misma puerta que salieron. Se cambian, dejan el equipo en bolsas rojas y tarros. Vuelvan a salir limpios, pero en este caso, por otra puerta.

Finalmente, cabe aclarar que se hizo una capacitación para personas de servicios generales, que son quienes hacen el aseo de los elementos de trabajo que así lo requieran. Todos, tienen elementos de protección personal de acuerdo al servicio que corresponda.

Mauro Camillato