Está demás decir que ante estos inconvenientes no tenemos la protección de ningún ente, pareciera que nadie es responsable. Porque si bien sabemos que fue un fenómeno natural el que provocó los primeros cortes, todos los cañaseños estamos acostumbrados a los bajones de energía que son los más perjudiciales para los aparatos eléctricos y en nuestra ciudad son innumerables sea un día de tormenta o un día soleado. Para eso no hay excusas.

Y a esto se le suma el alto costo que tiene en Villa Cañás este servicio esencial para la vida cotidiana. Tenemos una de la tarifas más altas de la zona y así y todo cada año ese alto precio se actualiza tanto por aumentos propios de la cooperativa como por los provenientes de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), como el último que llegará en los próximos meses.

Estoy de acuerdo con que cada servicio necesita de aumentos para seguir funcionando y más si son locales, pero sería una buena respuesta hacia el usuario que se normalice el suministro de energía y ante estos reiterativos cortes también nos abran las puertas, porque si bien no vivimos en la Capital Federal, a veces pareciera que tenemos las mismas deficiencias que una ciudad con un millón de habitantes y en Villa Cañás somos apenas diez mil.

Este es un pedido para que los cañaseños seamos escuchados por quien corresponda, para al menos conocer cuándo llegarán los cortes o bien explicaciones de lo que está pasando con las bajas de tensión que afectan cada vez más a todos nosotros.