El pasado lunes de 3 de febrero por la tarde, aproximadamente a las 19:30 un revuelo conmocionó al barrio Barracas cuando varios móviles policiales y una ambulancia llegaron al geriátrico de calle La Rioja al 2300 por una denuncia anónima que daba cuenta que, aparentemente la encargada del lugar habría ejercido violencia contra una de las abuelas que estaban en dicho geriátrico.

Según trascendió, una mujer de unos 50 años aproximadamente que sería la encargada o dueña del lugar, habría llegado a fracturar los dedos de una de las manos de una abuela que está en el geriátrico, aunque hasta el momento se desconocen los motivos que llevaron a tal desenlace. La denuncia que ingresó al 911 por cuestiones de resguardar la identidad de quien llamó, hasta el momento permanece anónima.

Luego de los hechos, en primer lugar, pareció como que una movida intentó silenciar a los medios de prensa para evitar la publicación de la información inclusive llegando algunos familiares a decir que nada había sucedido con la abuela y que había sido un malentendido pero sin embargo, los familiares de la misma no volvieron a llevarla al mismo lugar luego del hecho.

Después de este suceso, y teniendo en cuenta que la habilitación sería provisoria por parte de la Municipalidad desde el año pasado, no habiendo regularizado su situación hasta la fecha, desde la actual gestión habrían solicitado a los familiares de los tres (3) abuelos que aún permanecían en el lugar a ser reubicados para luego si, proceder a su inhabilitación.

Hoy trascendió en los pasillos tribunalicios, que sería inminente la imputación de la encargada del lugar por lesiones graves dolosas y privación ilegítima de la libertad, y si bien la audiencia sería en libertad, hay altas probabilidades de que la mujer pueda quedar detenida, teniendo en cuenta la gravedad de los hechos y como habría sido caratulado el caso por la Fiscalía.

En aquella oportunidad varios vecinos manifestaron tener conocimiento del trato que sufren los abuelos hospedados en el lugar, ademas que serían obligados a realizar tareas domésticas fuera que la permanencia de adolescentes durante la noche y en horarios no muy normales, tornan el lugar, tierra de nadie, y donde se sospecha se realizan actividades que rozan lo ilícito.

Además, luego de la nota publicada, se puede ver en los comentarios, informaciones sobre apropiación de bienes de algunas personas que habrían estado hospedadas en el lugar y otros casos no menos preocupantes.
 
 
Redacción