El gobernador Omar Perotti decidió darle licencia al personal provincial durante enero y generó la inquietud de miles de empleados públicos. La decisión, según se explicó al hacerse el anuncio, se orienta a la reorganización de las reparticiones. La medida alcanza a la Administración Central, Organismos Descentralizados, Entes Autárquicos e Instituciones de Seguridad Social. Mientras, los servicios esenciales y de salud estarán garantizadas.

En consecuencia, el personal de las reparticiones oficiales afectadas deberá tomarse descanso en el mes de enero, según indica el texto del decreto. “Esta medida fue anunciada muy sobre las vacaciones y altera la planificación de trabajadores”, indicó a CLG el titular de Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) Santa Fe, Jorge Hoffmann.

Sin embargo, el dirigente llevó tranquilidad a los trabajadores del sector al asegurar que “hay una posibilidad de excepcionar la norma en situaciones especiales en las que se hayan planificado las vacaciones con antelación”, indicó, y subrayó que en esos casos “requerirán la vía de excepción”.

Se trata de una medida similar a las que, entre 1999 y 2003, también dispusieron los gobiernos de Carlos Reutemann y Jorge Obeid, en medio de la crisis que terminó con el estallido de 2000-2001. En aquellos años la decisión se correspondía con la de otras provincias que adoptaban medidas parecidas, en medio de una situación de extrema gravedad económica o de quebranto.

“Lo hemos analizado y está dentro de las facultades del gobernador, aunque no creo que la razón sea la austeridad, tiene más que ver con una decisión política de planificar con tiempo las políticas a desarrollar para ponerlas en marcha con toda la fuerza”, analizó Hoffmann.

Y aclaró que “hay una amplia franja de la administración pública que no está comprendida en esta medida”, dado que las áreas vinculadas a la salud y asistencias escolares son las más numerosas. «Los servicios básicos se prestarán con normalidad”, concluyó.

Por su parte, el legislador socialista Joaquín Blanco mostró su rechazo a la medida. “No compartimos, nos parece desacertada y del pasado”, expresó el diputado provincial, y argumentó que “la gestión pública se modernizó y cerrar implica, además de la falta de atención a los santafesinos, no avanzar en las áreas técnicas que construye proyectos de arquitecturas, obras públicas, entre otras”.

“Entendemos que es perder un mes porque el ahorro que puede significar esta medida es mínimo. Creo que están ganando tiempo, inicia con un equipo de gabinete una semana antes de asumir, y están ganando tiempo”, cerró Blanco.