Tras haber superado un largo conflicto laboral por incumplimiento salarial, los trabajadores de la empresa de implementos agrícolas Alcal, de Firmat, atraviesan nuevamente por la crítica situación de no poder cobrar sus haberes y hasta temen por el cierre del establecimiento fabril, cuyas operaciones productivas "están paralizadas por falta de insumos".

Así lo expresaron a LaCapital los delegados gremiales Oscar Pacilio y Rubén Fernández en medio del clima de incertidumbre y preocupación que reina por estas horas ante la falta de respuesta por parte de la firma que si bien cumplió con el acuerdo para regularizar en cuotas las acreencias laborales anteriores se atrasó con el pago de las jornadas de trabajo que derivó en una nueva deuda que ronda entre los 30 mil y 35 mil pesos por obrero.

A diferencia del reclamo anterior este no incluye paro de actividades como modalidad de protesta porque "no tendría demasiado sentido ya que al no haber materia prima para producir estamos sin trabajar pese a que hay nueve máquinas para terminar", indicaron.

La situación ya fue planteada en el Ministerio de Trabajo provincial, que convocó para este viernes en Rosario a una nueva audiencia, aunque las perspectivas no parecen ser las mejores.

"La empresa argumenta que no tiene plata y de paso nos encontramos con la sorpresa de que la persona que aparecía como propietaria de la fábrica ahora dice ser el presidente del directorio endilgándole la titularidad a las que hasta hace pocos días eran consideradas las anteriores dueñas, con lo cual estamos en presencia de un panorama tan complicado como extraño", explicaron los referentes sindicales. Y admitieron la preocupación de los trabajadores: "Hay temor por un posible cierre de la industria, pero seguiremos firme sen defensa de nuestras fuentes de trabajo".

Quién es el dueño. En la audiencia fijada para este viernes el gremio espera que se aclare la situación sobre la titularidad de la empresa, además de negociar el pago de lo adeudado con la vista puesta en la continuidad de la fábrica y el empleo.

"Quien ahora dice no ser dueño aparentemente se quiere ir de la fábrica para que todo siga en manos de sus dueñas originales, pero lo concreto es que no sabemos qué sucederá mientras crece el malestar al no poder cobrar los salarios", especificaron Pacilio y Fernández.

En ese contexto valoraron el acompañamiento y solidaridad de la sociedad que con su aporte, a través de la compra de un bono de contribución, lograron recibir una ayuda tanto los empleados de Alcal como de la fábrica de Silos Dasa, quienes si bien levantaron el paro de actividades en reclamo de sueldos atrasados siguen con dificultades. Con esta actividad benéfica, impulsada por el movimiento político y social Firmat Futura, se recolectaron y repartieron casi 80 mil pesos.

- LC