Gobierno y FMI: los ejes del nuevo ajuste fiscal para sostener el superávit

El Ministerio de Economía deberá alcanzar un superávit primario de $6 billones para mayo, según lo acordado con el Fondo Monetario Internacional. El plan incluye recortes en subsidios, gastos operativos y una redistribución de prioridades presupuestarias.

Economía17 de abril de 2025SOFIA ZANOTTISOFIA ZANOTTI
RRMDBIFNNNEHDDPPHIQ4X46VVA

El Gobierno nacional avanza en el cumplimiento de las metas fiscales acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que contemplan un ambicioso objetivo de superávit primario del 1,3% del PBI para este año. A marzo de 2025, el Ministerio de Economía acumula un excedente de $4,5 billones, pero deberá extenderlo a $6 billones hacia mayo para sostener la hoja de ruta comprometida.

Este plan de consolidación fiscal, sin ingresos extraordinarios como los del año pasado —por el impuesto PAIS y el paquete fiscal de emergencia—, implicará un ajuste más exigente. Según fuentes oficiales, el excedente se alcanzará principalmente mediante recortes de gastos, sin contemplar ingresos excepcionales.

El equipo económico estima que el ahorro vendrá de una reducción de subsidios (0,6% del PBI), menor gasto previsional (0,6%), baja en impuestos a los combustibles (0,3%) y derechos de exportación (0,2%). A su vez, el gasto social, particularmente jubilaciones y asignaciones, continuará indexado por ley, lo que presiona al alza el presupuesto.

El Fondo, en su último informe técnico, prevé que el gasto primario crezca solo un 3% real anual, con prioridades redefinidas: menos subsidios, mejoras en eficiencia estatal, y cierto incremento en inversión pública y prestaciones sociales.

Por otra parte, la eliminación del impuesto PAIS y otros tributos generará una caída de 1,1% del PBI en la recaudación, lo que obliga a una compensación por otras vías. Para ello, el Gobierno proyecta elevar el superávit primario a 1,6% del PBI como señal de disciplina fiscal hacia los mercados.

El CEPA advirtió que, pese a una suba real del gasto en el primer trimestre (11,1% interanual), aún se ubica 27% por debajo de los niveles de marzo de 2023. En tanto, LCG sostiene que el desafío será recortar en áreas con márgenes de ineficiencia no corregidos.

De cara al mediano plazo, el FMI anticipa que el superávit primario deberá ascender a 2,5% del PBI, en línea con una mayor carga por intereses de deuda ante un eventual regreso a los mercados financieros internacionales.

El Gobierno no ha detallado públicamente las medidas específicas que tomará para sostener la meta de 1,6% del PBI, aunque fuentes del Ministerio de Economía anticiparon que el camino será principalmente por la vía del gasto. La presión fiscal continúa, en un año que estará marcado por la búsqueda de estabilización y señales claras hacia los inversores y el organismo internacional.

Te puede interesar
Lo más visto
Escuchar artículo