Caminar más y ganar menos: la crítica situación de los cartoneros

La crisis económica provocada por la motosierra del Gobierno nacional golpea fuerte a los trabajadores informales que dependen del día a día para llevar el pan a sus hogares. En particular, los cartoneros se convirtieron en víctimas directas de las políticas de libre mercado.

Por un lado, la caída del consumo de la clase media repercutió directamente en la generación de residuos domiciliarios; y por el otro, el precio del cartón bajó de forma considerable por la apertura de importaciones (de $210 paso a $140). Como consecuencia de estas dos variables, los recolectores tuvieron que ampliar sus horas de trabajo y extender sus recorridos para poder llenar sus carritos.

“En todas las provincias se la están viendo negra los compañeros, como acá. Por la importación de basura y rollos de cartón al precio que el mercado quiere”, indicó Mónica Crespo integrante de la Cooperativa Cartoneros Unidos y del Movimiento de Trabajadores Excluidos. “Además, nosotros estamos mandando a la industria, la cual la estamos pasando mal”, remarcó.

Según el informe de intercambio Comercial Argentino de AFIP, la importación de pasta de madera, cartón y papel en el primer cuatrimestre fue de 290 millones de dólares, provocando una baja en el precio del insumo.

La recolectora apuntó que “en la calle se ven más cartoneros” por la crisis económica que provocó el Gobierno nacional. “Al tanto el precio, son más las horas que tienen que caminar y se cruzan entre ellos”, comentó.

Sobre la situación económica de los barrios populares, Mónica expresó: “Los compañeros la están pasando cada vez peor en sus barrios, no solamente en Rosario, sino en todas las provincias”.

Este jueves, referentes de la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores se movilizaron hasta la sede de la Secretaría de Industria y Comercio, en Capital Federal, para denunciar la crisis que causó en el sector la apertura de las importaciones de basura. 

El reclamo finalizó cuando la Policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires reprimió a las personas que se habían acercado hasta la dependencia estatal.