La Picasa, un polo turístico en declive: la caída en la pesca del pejerrey impacta en San Gregorio

La falta de actividad pesquera, exacerbada por la sequía del año pasado, ha transformado rápidamente el paisaje económico de San Gregorio. Lo que una vez fueron bulliciosos comercios y servicios turísticos ahora languidecen, mientras que la esperanza de recuperar el estatus de destino turístico regional se desvanece lentamente.

13 de febrero de 2024 Novedades del  Sur Novedades del Sur
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El vibrante atractivo turístico que alguna vez caracterizó a San Gregorio, impulsado por la pesca del pejerrey en la laguna La Picasa, ahora enfrenta un sombrío panorama. Lo que fue un bullicioso centro de encuentro para pescadores provenientes de todas partes del país, hoy se ve afectado por una marcada disminución en la actividad pesquera.

Tras el devastador golpe de la pandemia, este pueblo del sur santafesino floreció como uno de los destinos turísticos más codiciados de la región. Decenas de cabañas surgieron para alojar a los visitantes ávidos de capturar el codiciado pejerrey, convirtiendo los fines de semana en un ir y venir de entusiastas pescadores. Sin embargo, esta efervescencia ha llegado a su fin.

Fernando Pedrocco, propietario de cabañas y embarcaciones, relata cómo San Gregorio experimentó un crecimiento sin precedentes, gracias a una combinación de factores como el impulso de una empresa agropecuaria local y la ejecución de obras clave en infraestructura. No obstante, la reciente prohibición de la pesca deportiva durante los días de semana, establecida por una ordenanza comunal y una resolución ministerial, ha desencadenado un declive abrupto en la afluencia de turistas.

La falta de actividad pesquera, exacerbada por la sequía del año pasado, ha transformado rápidamente el paisaje económico de San Gregorio. Lo que una vez fueron bulliciosos comercios y servicios turísticos ahora languidecen, mientras que la esperanza de recuperar el estatus de destino turístico regional se desvanece lentamente.

El impacto se extiende más allá de las fronteras de San Gregorio, sumergiendo a las localidades vecinas en una tensión palpable. La disputa territorial sobre la pesca del pejerrey entre San Gregorio y Diego de Alvear, aunque históricamente pacífica, ha exacerbado las tensiones entre los residentes. La imposición de restricciones en la pesca, junto con la lucha constante por los recursos naturales, ha ensombrecido la relación entre ambas comunidades.

En conclusión, la caída en la pesca del pejerrey ha dejado un vacío palpable en San Gregorio, una vez un floreciente enclave turístico. A medida que los residentes luchan por adaptarse a esta nueva realidad, queda claro que el futuro de este pueblo rural depende en gran medida de su capacidad para reinventarse en medio de estos desafíos.

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