F1 2026, una nueva era para la Fórmula 1
Motores híbridos renovados, aerodinámica activa y cambios estructurales profundos marcarán una de las temporadas más revolucionarias de la historia.
La Fórmula 1 se prepara para afrontar en 2026 una transformación técnica sin precedentes en su historia reciente. No se trata de ajustes parciales, sino de un rediseño integral que impactará en los autos, la gestión de la energía, la aerodinámica y la seguridad, con el objetivo de mejorar el espectáculo y reforzar el perfil tecnológico y sustentable de la categoría.
A lo largo de más de siete décadas, la F1 atravesó etapas clave: la irrupción de los motores turbo en los años 80, la llegada de la era híbrida en 2014 y la filosofía de efecto suelo implementada en 2022. Sin embargo, el paquete reglamentario que entrará en vigor en 2026 aspira a convertirse en uno de los mayores hitos técnicos del campeonato.
Un nuevo corazón híbrido
El cambio central estará en la unidad de potencia. Se mantendrá el motor V6 turbo híbrido de 1.6 litros, pero con una redistribución radical de la energía: la potencia eléctrica ganará protagonismo hasta alcanzar un reparto cercano al 50 % con el motor térmico.
Además, desaparecerá el sistema MGU-H, encargado de recuperar energía del calor del escape, simplificando la arquitectura del motor y acercando la tecnología a la de los autos de calle.
En este marco, se incrementará la capacidad de recuperación de energía por vuelta y se introducirán combustibles avanzados 100 % sostenibles, que serán obligatorios para todos los equipos a partir de 2026.
Autos más chicos y livianos
Desde el punto de vista del diseño, los monoplazas serán más cortos, estrechos y livianos que los actuales. Se mantendrán las llantas de 18 pulgadas, aunque con neumáticos más angostos, una decisión que apunta a reducir peso y resistencia aerodinámica.
Aerodinámica activa y nuevas herramientas
Uno de los cambios más visibles será la incorporación de la aerodinámica activa. Los alerones delantero y trasero contarán con flaps ajustables según el sector del circuito, permitiendo priorizar carga en curvas o menor resistencia en rectas.
Este sistema reducirá el rol tradicional del DRS, ya que los equipos podrán gestionar la aerodinámica de forma más dinámica.
También aparecerán conceptos como el Overtake Mode, que habilitará potencia eléctrica extra cuando un piloto esté cerca de su rival, y el Boost, una función pensada para ataques y defensas puntuales en carrera.
Más seguridad
La revolución 2026 también incluirá mejoras en seguridad. La célula de supervivencia será sometida a pruebas más exigentes, el arco de seguridad será reforzado y las estructuras de impacto frontal estarán diseñadas para absorber mejor colisiones secundarias, según los nuevos estándares de la FIA.
Un nuevo desafío para todos
El objetivo de estos cambios, impulsados por la FIA y Formula 1, es atraer nuevos fabricantes, potenciar la innovación tecnológica y ofrecer carreras más dinámicas, con mayor peso de la estrategia y la gestión de energía.
Para los equipos, será el mayor reto de adaptación desde la llegada de los motores híbridos. Para los fanáticos, el desafío será entender una F1 más compleja y estratégica. Lo cierto es que cuando se apague el semáforo en el primer Gran Premio de 2026, la categoría habrá entrado definitivamente en una nueva era.