Trigo 2025/26: cosecha récord que impulsa al campo y la economía

El trigo argentino vive una campaña excepcional. Según la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario, la primera estimación nacional para 2025/26 proyecta una producción de 23 millones de toneladas, un volumen que iguala el récord histórico de 2021/22 y que, de confirmarse, reposicionará al país entre los principales exportadores mundiales del cereal.

El repunte tiene fundamentos sólidos: un año climático extraordinario, lluvias abundantes en otoño y un invierno húmedo que devolvieron niveles hídricos inéditos a los suelos agrícolas. En zonas del norte, como Gancedo (Chaco), las precipitaciones superaron los 115 años de registros, transformando la sequía previa en un escenario de altísimo potencial.

En la región núcleo, los técnicos destacan rendimientos base de 40 quintales por hectárea, con promedios muy favorables también en Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, donde se ubican entre 35 y 38 quintales.

El presidente de Argentrigo, Martín Biscaisaque, celebró las perspectivas pero advirtió que el récord dependerá de cómo evolucione el clima en las próximas semanas. “Los trigos están como nunca, pero aún quedan riesgos como heladas tardías o enfermedades foliares que pueden incidir en el llenado del grano”, explicó.

Además, subrayó que la calidad del grano será determinante: “Cuando los rindes son muy altos, la calidad puede bajar si no hubo fertilización adecuada. En estas campañas, la diferencia entre volumen y calidad define el ingreso del productor y la competitividad del país”.

La provincia de Buenos Aires se mantiene como el corazón triguero argentino, con 2,52 millones de hectáreas sembradas y un rinde promedio de 39,7 quintales por hectárea. Pese a que las lluvias excesivas afectaron unas 210.000 hectáreas, su aporte rondaría los 9,2 millones de toneladas, cerca del 40% del total nacional.

La GEA resalta que esta campaña combina tres factores poco frecuentes: abundante humedad, buena sanidad y alto nivel tecnológico, respaldados por mejoras genéticas y manejo sustentable.

Un motor de divisas
En 2024, las exportaciones de trigo y sus derivados generaron más de u$s3.200 millones. Con el nuevo volumen proyectado, el saldo exportable alcanzaría las 13 millones de toneladas, consolidando al cereal como fuente clave de dólares.

Brasil seguirá siendo el principal comprador, pero se prevé una reactivación de las ventas a Argelia, Indonesia y Chile, junto con nuevos contratos con países del sudeste asiático como Filipinas y Vietnam.

“La campaña 2025/26 marca el regreso del trigo argentino a su papel histórico de estabilizador productivo y económico”, señala la GEA, destacando que la mejora no solo responde al clima, sino también a un cambio estructural en la producción, con más inversión, tecnología y sustentabilidad.