Acuerdo de madrugada evitó la fractura del peronismo bonaerense, pero dejó fuertes heridas internas

El peronismo bonaerense logró evitar el quiebre, pero a un alto costo político
En una madrugada agitada, el Partido Justicialista bonaerense consiguió cerrar las listas de candidatos a legisladores, luego de intensas negociaciones que se extendieron hasta casi las 3 de la mañana. La jornada del sábado estuvo marcada por acusaciones cruzadas, rupturas temporales, amenazas de listas paralelas y un fuerte deterioro de los vínculos internos, especialmente entre el sector referenciado en Axel Kicillof y el cristinismo liderado por Máximo Kirchner.

El clima fue tenso desde las primeras horas de la tarde. A las 19, Carlos Bianco —funcionario de confianza del gobernador— pidió a los intendentes que comiencen a armar listas propias ante la falta de acuerdo. Mientras tanto, La Cámpora acusaba a Kicillof de desdibujar la unidad al haber desdoblado elecciones en 2024, y desde el entorno del gobernador apuntaban contra la organización kirchnerista por incumplir lo pactado.

La intervención de Sergio Massa fue clave en las últimas horas. Actuando como mediador externo, buscó contener el conflicto en medio de un escenario que amenazaba con dinamitar el armado electoral. Finalmente, la lista unificada quedó encabezada por dirigentes del Movimiento Derecho al Futuro (MDF), afín a Kicillof: Gabriel Katopodis liderará la Primera Sección Electoral y Verónica Magario la Tercera. En ambos casos, se designaron segundos lugares para dirigentes de La Cámpora, buscando balancear fuerzas.

El resto de los principales candidatos son: Diego Nanni (Segunda), Diego Videla (Cuarta), Fernanda Raverta (Quinta), Alejandro Di Chiara (Sexta), María Inés Laurini (Séptima) y Ariel Archanco (Octava). Si bien en apariencia se alcanzó una tregua, lo cierto es que la unidad peronista se sostiene sobre tensiones no resueltas y una desconfianza mutua que marcará el inicio de la campaña electoral.