El peronismo bonaerense negocia contrarreloj candidaturas clave para su futuro

A pocas horas del cierre de listas para las elecciones legislativas bonaerenses del 7 de septiembre, el peronismo provincial atraviesa días intensos de negociaciones que definirán mucho más que los nombres en las boletas. En juego están 29 bancas legislativas y la reconfiguración del poder interno de cara a las presidenciales de 2027.

Las conversaciones se concentran principalmente en las dos secciones electorales más gravitantes: la Primera y la Tercera. Allí se disputan los espacios dirigentes de peso como los intendentes Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Juan Andreotti (San Fernando) y Federico Achával (Pilar) en la Primera, y Mariano Cascallares (Almirante Brown), Federico Otermín (Lomas de Zamora), Mayra Mendoza (Quilmes) y Jorge Ferraresi (Avellaneda) en la Tercera. En esta última, también se analiza el posible protagonismo de la vicegobernadora Verónica Magario.

La conducción del justicialismo provincial se reparte entre tres grandes bloques: el Movimiento Derecho al Futuro que responde a Axel Kicillof, La Cámpora liderada por Máximo Kirchner, y el Frente Renovador de Sergio Massa. Cada sector busca capitalizar espacios de representación que aseguren mayor poder territorial.

En este marco, la participación de intendentes en las listas no es meramente simbólica: significa asegurar votos y estructura en cada distrito, al tiempo que proyectan sus figuras a nivel provincial o nacional. Algunos, como el ministro Gabriel Katopodis, también suenan tanto para competir en septiembre como en octubre.

El armado es especialmente delicado en municipios con disputas internas, como Morón, donde el intendente Lucas Ghi mantiene diferencias sin resolver con su ex aliado Martín Sabbatella. Aunque hubo acercamientos recientes, el conflicto sigue siendo uno de los puntos críticos para la unidad en la mesa provincial.

La definición de listas avanza en estricta reserva, encabezada por referentes como Facundo Tignanelli y Emmanuel González Santalla (PJ), Carlos Bianco y Katopodis (MDF), y Rubén Eslaimán y Sebastián Galmarini (FR). El hermetismo responde al temor de fracturas prematuras en un escenario donde cada lugar en la boleta representa poder futuro y puede ser motivo de fuga hacia otros espacios políticos.