El Gobierno responde a la marcha LGBT+: “Es una maniobra política de la oposición”

En la previa de la Marcha Federal LGBT+ Antifascista, convocada para este sábado, el Gobierno nacional se mantiene firme en su postura frente a las acusaciones que surgen desde la comunidad LGBT+ y distintos sectores de la oposición. La protesta, que tiene como objetivo expresar el rechazo a las recientes declaraciones del presidente Javier Milei sobre la ideología de género, ha generado una fuerte polarización en la política argentina.

El mandatario intentó en los últimos días aclarar su posición a través de redes sociales, donde destacó su respeto por la elección sexual personal, pero reafirmó su oposición a lo que considera una “agenda woke” que, según él, busca promover el agrandamiento del Estado y comportamientos peligrosos como la pedofilia. "El Gobierno no debe involucrarse en estas cuestiones", aseguró Milei, generando la reacción inmediata de figuras políticas, artistas y organismos internacionales que interpretaron sus palabras como una amenaza a los derechos de la comunidad LGBT+.

Desde la Casa Rosada, fuentes cercanas al presidente aseguran que la protesta carece de fundamento, ya que aseguran que Milei no tiene intenciones de modificar la ley en favor de los derechos de diversidad sexual. "Están inventando algo que Milei no piensa para poder marchar", señalaron.

La movilización, que comenzará a las 16 horas de este sábado, recorrerá desde el Congreso hasta la Casa Rosada, donde Milei no estará presente. Los organizadores han convocado a diversos colectivos LGBT+, así como también a sectores de la oposición, incluidos dirigentes de la Unión Cívica Radical (UCR) y la Coalición Cívica, quienes han expresado su respaldo a la marcha.

Además, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, a través de su ministra de la Mujer, Ivanna Rezano, impulsó una denuncia penal contra Milei por posibles delitos relacionados con incitación al odio y la violencia.

El Gobierno, sin embargo, insiste en que detrás de la protesta existe una intencionalidad política clara, afirmando que los movimientos sociales y políticos que la apoyan buscan deslegitimar al Presidente y su agenda económica.