Investigadores de Yale desarrollan tecnología genética que frena el crecimiento de varios tipos de cáncer

Yale y el avance en la lucha contra el cáncer
 Un equipo de investigadores de la Universidad de Yale ha presentado un innovador tratamiento que utiliza una herramienta de edición genética para combatir el crecimiento de tumores en varios tipos de cáncer. Este avance, publicado en Nature Biotechnology , abre nuevas posibilidades para el tratamiento del cáncer de mama, melanoma, cáncer de páncreas y cáncer de colon, algunos de los más prevalentes a nivel global.

El estudio liderado por el profesor Sidi Chen, experto en genética y neurocirugía, propone atacar múltiples moléculas en el microambiente tumoral para superar las limitaciones de las terapias tradicionales, que suelen enfocarse en un único objetivo molecular. “El microambiente del tumor es tan complejo que ataca una sola molécula no siempre funciona. Nuestra tecnología aborda este desafío al dirigirse a múltiples genes que inhiben las defensas inmunes del cuerpo”, explicó Chen.

Cas13: La clave detrás del avance
 El corazón del tratamiento es la tecnología basada en Cas13, una proteína derivada del sistema CRISPR-Cas. Este sistema permite editar secuencias de ARN y bloquear la función de genes específicos que suprimen las respuestas inmunológicas en el microambiente tumoral. Al introducir este paquete genético en ratones, los investigadores lograron remodelar el entorno tumoral, fortaleciendo la respuesta inmune y reduciendo significativamente el crecimiento de los tumores.

Resultados prometedores y pasos futuros
 En pruebas preclínicas, esta tecnología logró frenar el desarrollo tumoral en ratones con cáncer de mama, melanoma, páncreas y colon. Aunque los resultados son talentosos, aún es necesario avanzar en ensayos clínicos para validar su eficacia y seguridad en humanos. Los científicos destacan el potencial de este enfoque tanto para tratamientos generalizados como personalizados, adaptando Cas13 a las necesidades de cada paciente.

El proyecto ha sido desarrollado por un equipo multidisciplinario de Yale y promete marcar un antes y un después en la medicina oncológica, ofreciendo una alternativa más efectiva y personalizada en la lucha contra el cáncer.