Expulsión de Kueider: el Senado desata una tormenta política en Argentina

En una decisión histórica, el Senado argentino votó con amplia mayoría la expulsión del senador Edgardo Kueider, acusado de intentar cruzar la frontera con Paraguay portando 211.000 dólares no declarados. Este caso desnudó la crisis estructural del sistema político, marcada por la fragmentación partidaria, las tensiones internas en las coaliciones y la creciente polarización en el Congreso.

La situación escaló cuando la jueza federal Sandra Arroyo Salgado solicitó el desafuero y extradición de Kueider. Aunque inicialmente se había negociado una suspensión temporal, los acontecimientos llevaron al cambio de postura de varios bloques, incluida la oposición del PRO, que votó dividido. El kirchnerismo, en contraste, se mostró sólido y unificado, asegurando la incorporación de Estefanía Cora, militante de La Cámpora, en reemplazo del senador destituido.

El presidente Javier Milei, que monitoreó la sesión desde Casa Rosada, enfrentó críticas por la pérdida de un aliado clave en el Senado y la falta de liderazgo dentro de su propio espacio. La expulsión también complicó las relaciones entre el macrismo y La Libertad Avanza, aumentando la incertidumbre en la antesala de un año electoral.

Además de las repercusiones institucionales, el episodio reavivó la polémica por los fueros parlamentarios. La doctrina "Pichetto", que históricamente protegía a los legisladores de medidas judiciales, fue cuestionada como un obstáculo para la transparencia y el control político.

El impacto de esta decisión podría extenderse más allá del Senado, afectando el equilibrio de poder y la estabilidad de las alianzas en el Congreso, mientras las tensiones entre oficialismo y oposición alcanzan nuevos niveles de confrontación.