La Policía reprime a jubilados durante protesta contra el veto de Javier Milei

En la tarde del miércoles, una masiva manifestación de jubilados y organizaciones sociales fue reprimida violentamente por las fuerzas de seguridad frente al Congreso Nacional. La protesta se desarrollaba en rechazo al veto del presidente Javier Milei al aumento de las jubilaciones mínimas. Según el reporte de las autoridades sanitarias presentes, al menos 27 personas resultaron heridas, dos de ellas de gravedad y trasladadas a centros médicos.

Los incidentes comenzaron cuando los manifestantes intentaron avanzar por la Avenida Rivadavia, siendo interceptados por un fuerte operativo policial que utilizó gases lacrimógenos y golpes con bastones para dispersar a los presentes. Entre los afectados se encontraban jubilados, miembros de sindicatos y movimientos sociales que apoyaban la convocatoria de la Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones de Jubilados y Pensionados, integrada por más de 30 agrupaciones.

Diputados nacionales como Eduardo Valdez, Juan Marino y Hugo Yasky también estuvieron presentes en la movilización, condenando el accionar policial y expresando su solidaridad con los manifestantes. Además, el líder piquetero Eduardo Belliboni criticó duramente la represión y reafirmó el compromiso de continuar la lucha en las calles.

Desde el Gobierno, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, defendió el accionar de las fuerzas policiales, señalando que el operativo se ajustó al protocolo antipiquetes. "Hicimos prevalecer la ley y el orden", aseguró la funcionaria en un comunicado, destacando la importancia de garantizar la circulación y la seguridad en las inmediaciones del Congreso.

Por otro lado, los principales sindicatos del país, como la CGT, las CTA y la UTEP, ya anunciaron una nueva movilización para el 12 de septiembre, en la que expresarán su rechazo a las políticas económicas del presidente Milei y exigirán la derogación del veto presidencial al incremento de las jubilaciones mínimas. Esta medida de fuerza fue calificada como una acción "contundente" para resistir los ajustes impuestos por el Fondo Monetario Internacional y el Gobierno nacional.

La tensión política sigue escalando, mientras se espera que el Congreso vuelva a sesionar en medio de un clima de creciente descontento social.