Crisis en La Libertad Avanza: Crece la presión por la expulsión de Lourdes Arrieta y Rocío Bonacci

La Libertad Avanza atraviesa uno de los momentos más críticos desde su formación, con las diputadas Lourdes Arrieta y Rocío Bonacci en el centro de la tormenta tras su polémica visita a represores en la cárcel de Ezeiza. El bloque, encabezado por Martín Menem, está dividido entre quienes reclaman la expulsión inmediata de las legisladoras y aquellos que prefieren mantenerlas en sus puestos debido a la fragilidad política del espacio.

Fuentes internas confirman que la situación de Arrieta es la más complicada. La diputada presentó una denuncia penal en la que pidió que se investigue su propia participación en la visita, lo que generó malestar entre sus compañeros. La acusación de Arrieta hacia Menem por supuestamente autorizar el traslado de la comitiva hacia el pabellón de represores ha tensado aún más las relaciones internas.

El conflicto se intensificó durante una reunión del bloque en el Salón Blanco de la Cámara de Diputados, donde Arrieta perdió los estribos y acusó a sus colegas de "hacerle una cama". La intervención de José Bonacci, padre de Rocío, empeoró la situación, cuando tuvo que ser retirado por la seguridad tras un enfrentamiento con varios diputados.

Por su parte, Marcela Pagano, otra diputada en el ojo de la tormenta, se ha aliado con Arrieta y Bonacci, lo que podría comprometer su futuro dentro del bloque si la expulsión de Arrieta se concreta. A pesar de las tensiones, un sector del bloque aboga por mantener a las diputadas, argumentando que expulsarlas podría debilitar aún más a La Libertad Avanza en un Congreso controlado mayoritariamente por la oposición.

Mientras tanto, las críticas hacia Arrieta y Bonacci no cesan, y cada día crece la presión para que abandonen sus bancas. El desenlace de esta crisis aún es incierto, pero las consecuencias políticas ya están afectando la estabilidad del bloque libertario.