La industria frigorífica está expresando su urgente necesidad de un dólar más competitivo para evitar un aumento en los despidos. Esta inquietud surge en medio de un contexto marcado por una baja en el consumo en el mercado interno y dificultades en las exportaciones.

La sequía de los últimos años ha acelerado la liquidación de hacienda, sobrecargando el mercado en momentos de alta circulación monetaria. Esta combinación de factores ha mantenido a la carne con valores atractivos, siendo una opción conveniente para los consumidores durante mucho tiempo.

Sin embargo, los datos revelan una realidad preocupante. Según la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), la producción de carne ha disminuido un 7,6 % en el primer trimestre de este año en comparación con el año anterior. Esta caída en la producción se ha prolongado durante cuatro meses consecutivos, alcanzando niveles históricamente bajos.

Una de las principales dificultades que enfrenta la industria frigorífica es la reducción del consumo en un contexto de escasez de hacienda. La sequía ha resultado en una menor disponibilidad de carne debido a la reducción de terneros y la liquidación de hembras, lo que impacta directamente en la producción.

La disminución en la oferta de carne ha generado un aumento en los precios, lo que, combinado con el ajuste económico, ha provocado una notable caída en el consumo. Comparando el primer trimestre de 2024 con el año anterior, el consumo de carne ha disminuido en un 18,5 %, pasando de 52 kilos a 42 kilos por habitante.

Expertos del sector ganadero advierten que la industria frigorífica está atravesando un "ciclo negativo" caracterizado por un aumento en los costos y una disminución en la rentabilidad. La actualización de los costos en un contexto de inflación y una caída en el valor del dólar han generado un escenario desafiante para el sector.

Si bien algunos referentes del sector aseguran que aún no se ha llegado a una crisis, la industria está llamando la atención sobre la necesidad de tomar medidas urgentes para evitar despidos y mantener la estabilidad laboral. Se reclama un ajuste en la política ganadera que permita mejorar la competitividad del sector y fomentar las exportaciones.