El Gobierno de Argentina ha tomado la iniciativa de convocar una reunión urgente con el Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil, programada para el próximo 30 de abril, con el fin de establecer un nuevo umbral salarial que impactaría en los ingresos de millones de trabajadores en el país. Esta convocatoria surge en un contexto de incertidumbre y dificultades económicas, donde la falta de un acuerdo previo había llevado al Ejecutivo a realizar ajustes por Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU).

Los antecedentes reflejan una situación crítica: el salario mínimo en enero se ubicaba en $156 mil, cifra que aumentó a $180 mil en febrero y alcanzó los $202.800 en marzo, según los ajustes dictados por el Gobierno. Sin embargo, esta cantidad se encuentra significativamente por debajo de lo necesario para cubrir las necesidades básicas de una familia promedio en el país, según los datos proporcionados por la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES).

La reunión, que se llevará a cabo por videollamada, contará con la participación de representantes gubernamentales, sindicales y empresariales, buscando alcanzar un consenso que permita establecer un salario mínimo justo y adecuado para los trabajadores argentinos. Se espera que esta decisión no solo impacte en la situación económica de los trabajadores, sino también en las políticas sociales y en la estabilidad del país en su conjunto.

Argentina se enfrenta a un desafío crucial en materia salarial, ubicándose entre los países con los salarios mínimos más bajos de Latinoamérica, junto a naciones como Nicaragua, Haití, Cuba y Venezuela. Esta realidad pone de manifiesto la urgencia de abordar este tema con responsabilidad y compromiso, en busca de garantizar condiciones laborales dignas y justas para todos los ciudadanos.