La Canasta Básica Alimentaria (CBA) y la Canasta Básica Total (CBT) aumentaron en marzo un 10,9% y un 11,9% y se ubicaron otra vez por encima de la evolución salarial que hace también el Indec. Esto implica que, tanto los precios de alimentos como de bienes de primera necesidad se movieron por encima de los ingresos, empujando a que más familias queden relegadas a la pobreza y a la indigencia.

La CBA, que contempla los requerimientos nutricionales indispensables para una familia, aumentó un 10,9% y de esta manera los cuatro integrantes necesitaron reunir $358.000 para no quedar por debajo de la línea de la indigencia.

Por su parte, la CBT, que considera algunos bienes y servicios no alimentarios, se ajustó un 11,9% llevando el monto de su cobertura familiar a $773.385, para no caer en la pobreza.

Estos datos se dan a conocer en simultáneo al número de inflación que informó el Indec, que si bien muestra una desaceleración respecto a meses anteriores, sigue marcando un 11% que resulta un promedio de varios rubros que superan esa cifra.     

Mientras tanto, muchas negociaciones salariales quedaron en suspenso luego de que desde el gobierno nacional expusieran su reticencia a homologar acuerdos salariales con paritarias que superen la inflación.

Todo esto también se da en un marco de incertidumbre por despidos en el sector estatal, pero también en el privado. Construcción, metalúrgica y automotrices son algunos de los casos testigo del efecto de la recesión económica.  

En febrero los salarios de los trabajadores registrados (Ripte) ya exhibieron esa pérdida al quedar por debajo de la inflación (11,5% vs 13,2%). El Investigador del Instituto de Estudios y Formación de la CTA – Autónoma, Luis Campos, expuso que ese sector acumula una caída del 19,2% contra noviembre y del 24,7% contra febrero/2023.

Pasando en limpio, los datos actuales muestran la manera en que los constantes aumentos se traducen en un mayor nivel de pobreza e indigencia. A fines de marzo, el Indec publicó el último reporte de pobreza: alcanzó al 41,7% de las personas en el segundo semestre de 2023, marcado por el final del gobierno de Alberto Fernández, aún sin tener en cuenta la devaluación del 100% de diciembre en el inicio del gobierno de Javier Milei.

Si se extiende el universo del informe, concentrado en 31 aglomerados urbanos, a todo el país, equivale a casi 19.500.000 pobres, de los cuales 6,5 millones son indigentes.
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