El presidente Javier Milei ha vuelto a poner en la mira al periodismo, esta vez prometiendo una acción concreta: "bajarlos de esa Torre de Marfil en la que creen que viven". En un mensaje contundente a través de sus redes sociales, el mandatario reclamó una "verdadera libertad de expresión para todos" y acusó a los profesionales de la comunicación de haberse "corrompido, ensuciado y prostituido al calor de los sobres y la pauta oficial".

La declaración de Milei se enmarca en la presentación de una nueva Doctrina de Política Exterior, durante la visita de la Jefa del Comando Sur, Laura Richardson. En este contexto, el presidente reclamó por una libertad de expresión genuina, sin privilegios para algunos sectores.

El presidente criticó el papel del periodismo en la sociedad, acusándolo de arrogancia y falta de escrutinio. Según Milei, los periodistas se han acostumbrado a ser tratados como "profetas de la verdad única e incontrastable", sin aceptar críticas ni correcciones. Además, denunció prácticas como la extorsión, la mentira y la difamación, que según él son frecuentes en el ámbito periodístico.

El conflicto con los integrantes de La Libertad Avanza también estuvo presente en las declaraciones de Milei, destacando su negativa a quedarse callados frente a las operaciones mediáticas en su contra. El presidente aseguró que responderán a las acusaciones y que no permitirán que el periodismo siga actuando desde una supuesta posición de superioridad.

En resumen, Milei reafirmó su compromiso con la libertad de expresión, pero también advirtió que nadie, incluidos los periodistas, estará exento de críticas y escrutinio.