Según fuentes cercanas al tema, se han suscitado rumores acerca del cierre de las oficinas del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) en Rufino y Villa Cañás. Estas versiones, aunque aún no confirmadas oficialmente, han generado incertidumbre en las comunidades afectadas.

Se especula que esta medida forma parte de los esfuerzos del gobierno por alcanzar el déficit cero, lo que ha llevado a recortes en diversos ámbitos, incluyendo la obra pública y el empleo. Aunque no se ha recibido ninguna notificación oficial al respecto, se ha señalado que existe una orden de reducir el número de oficinas, lo que pondría en riesgo las dependencias de Senasa en estas localidades.

Las oficinas de Senasa en Rufino y Villa Cañás actualmente cuentan con una estructura mínima, compuesta por un profesional veterinario y una secretaria. Estos empleados desempeñan tareas fundamentales, como controles de sanidad animal y vegetal, así como la supervisión de la inocuidad de los alimentos.

Ante la posibilidad de cierre, se ha planteado la opción de que estos trabajadores continúen operando en coordinación con la oficina de Venado Tuerto, aunque hasta el momento esta propuesta se mantiene en un terreno informal.

El intendente de Rufino, Natalio Lattanzi, ha expresado su apoyo a los trabajadores del Senasa en su ciudad, destacando la importancia de mantener esta oficina abierta. Lattanzi argumentó que esta oficina no genera gastos adicionales para el gobierno nacional, ya que no tiene costos de alquiler ni de funcionamiento.

Aunque aún no se ha tomado una decisión definitiva, estas versiones sobre el posible cierre de las oficinas de Senasa en Rufino y Villa Cañás han generado preocupación en las comunidades afectadas, que dependen de los servicios que brinda este organismo para garantizar la sanidad y la calidad agroalimentaria en la región.