El último informe emitido por Rosgan revela una disminución significativa en el consumo de carne vacuna en los hogares argentinos durante los primeros dos meses de 2024. Los datos muestran que este índice ha descendido a 44 kilos per cápita, en comparación con los 48.5 kilos registrados en el bimestre anterior, a pesar de la estabilidad de los precios.

El informe destaca que el año anterior, el consumo anual por persona alcanzó los 52.4 kilos, con un aumento del 7% respecto al año anterior. Sin embargo, en términos reales, los precios de la carne han experimentado una disminución del 7% anual, a pesar de la percepción del consumidor sobre la estabilidad de los mismos.

Rosgan interpreta esta estabilidad como una señal de resistencia por parte de los consumidores ante nuevos aumentos de precios, a pesar de la limitación en el consumo de carne vacuna. Este fenómeno, poco común en el consumidor argentino, coincide con un aumento en la demanda de carnes más económicas, como el pollo y el cerdo.

Con respecto a la reciente decisión de la Secretaría de Comercio de reducir los impuestos a la importación de alimentos, Rosgan anticipa que si bien esto no impactará directamente en la carne vacuna, sí se espera una mayor oferta de otras carnes, como el cerdo, que ya ejerce una competencia significativa en el mercado local.