En una semana cargada de emociones y expectativas ante el inminente repechaje, Gran Hermano sorprende con una expulsión aparente que resulta ser más compleja de lo que parece. Este martes, el teléfono rojo sonó con una determinación crucial, preparado para enviar a un participante directo a las puertas de salida. Sin embargo, la realidad detrás de esta llamada no se ajusta a lo esperado.

Agostina fue la valiente que respondió al llamado, solo para ser recibida con la noticia de su supuesta expulsión por parte de la voz del "Big". Pero la sorpresa llegó cuando, en lugar de abandonar la casa, fue trasladada a un área separada, donde disfrutará de 24 horas de privilegios, incluyendo acceso a comida ilimitada y la capacidad de observar el desarrollo del reality en su ausencia.

Mientras sus compañeros asumen su eliminación, Agostina tiene la oportunidad única de ser una espectadora privilegiada, observando sus movimientos y planificando su regreso estratégicamente.