Durante su visita a las Islas Malvinas, el ministro de Asuntos Exteriores británico, David Cameron, enfatizó el compromiso del Reino Unido con la protección y defensa del archipiélago en el Atlántico Sur. En un contexto de renovadas tensiones entre el Reino Unido y Argentina sobre la soberanía de las islas, Cameron declaró a la prensa que "Mientras los habitantes de las Malvinas quieran formar parte de la familia británica, serán absolutamente bienvenidos", subrayando así la voluntad del Reino Unido de respetar la autodeterminación de los isleños.

La visita de Cameron se produce en medio de los esfuerzos del nuevo presidente argentino, Javier Milei, por retomar las negociaciones sobre la soberanía de las Malvinas. Sin embargo, el Reino Unido ha dejado claro que no discutirá la cuestión de la soberanía mientras los habitantes de las islas deseen permanecer bajo control británico.

El ministro británico expresó su esperanza de que el arraigo de los isleños a la identidad británica perdure "posiblemente para siempre". Esta postura refleja el resultado del referéndum de 2013, en el que los residentes de las Malvinas votaron abrumadoramente a favor de permanecer como territorio británico de ultramar.

Cameron también destacó la importancia de mantener relaciones diplomáticas con Argentina, pero dejó claro que el compromiso del Reino Unido con las Malvinas no se verá comprometido en ningún caso. Durante su visita, el ministro británico rindió homenaje a los caídos en la Guerra de las Malvinas, recordando el sacrificio de los soldados británicos y argentinos en el conflicto de 1982.

En conclusión, la visita de David Cameron a las Islas Malvinas reafirma el compromiso del Reino Unido con la protección y defensa de la soberanía del archipiélago, al tiempo que subraya la importancia de respetar la voluntad de sus habitantes en relación con su estatus político.