Barras de River y Racing, en una interna sindical: qué evitó la batalla campal y el desafío a un "mano a mano"

Que los barras son mano de obra de los sindicatos es algo que pasa desde que la Argentina se entregó al fenómeno barrabrava. Y que barras de distintos clubes jueguen para personajes diferentes en una interna sindical también es algo habitual. De hecho, el viernes pasado la Ciudad de Buenos Aires estuvo a punto de presenciar una batalla campal en plena avenida Belgrano entre Los Pibes de Racing y Los Borrachos del Tablón, algo que fue primero afortunadamente sofocado por la Policía y después, según varios participantes, por la negativa de un grupo de la Acadé de pactar un encuentro en otro lugar.

La situación fue la siguiente: Leandro Paredes, líder de Los Pibes de Racing (quien acumula dos proCesos por violencia en el fútbol y había sido detenido en marzo), tiene dos sindicatos para los que hace “trabajitos”. El de Obreros Marítimos, donde cobra un suculento sueldo y metió a varios barras en la Obra Social, y en el Sindicato de Panaderos de la Provincia de Buenos Aires, cuyo titular es Gastón Frutos, quien a su vez es tesorero de la CGT. De hecho, la barra muestra en todos los partidos de local una bandera albiceleste con el nombre Panaderos gigante y ha llevado ese trapo por todo el mundo, inclusive a Arabia Saudita a la final de la Supercopa Internacional con Boca, cuando la desplegaron en medio del desierto. Y, se sabe, eso cuesta bastante más que la harina.

El viernes pasado, Frutos mandó a Paredes y compañía a meter presión en la interna del Sindicato de Panaderos de Capital para bancar a su candidato, Claudio Bugiolachio, que intentaba desbancar al secretario general actual, José Luis Sánchez. La caja de esta seccional del sindicato es la segunda en importancia, después de la bonaerense. Así, 300 miembros de Los Pibes de Racing cortaron durante 11 horas la avenida Belgrano de esa capital.

Sánchez, por miedo a que le ingresen al acto eleccionario, llamó a Los Borrachos del Tablón de River para que fueran en auxilio. Hasta allí llegó Ariel Calvici (el Pato busca adueñarse de la barra desde hace una década y hace pocos meses protagonizó incidentes en Perú, en el duelo ante Sporting Cristal), hombre ducho en negociar también con todo tipo de sindicatos. Y metió 100 de sus hombres en la avenida y de no ser por la intervención policial, se hubiera producido una tremenda batalla campal entre ambas barras. Frustrada la batalla, según los barras presentes, Calvici desafió a un mano a mano a Paredes quién finalmente habría declinado la oferta.

El sindicato de Panaderos ya tiene una historia de haber presenciado tremendas batallas barras. La más recordada fue en agosto de 2010 cuando se festejaba el cumpleaños de Frutos, cuyo padre Abel fue presidente de Dock Sud. Todo sucedió en un restaurante de Avellaneda cerrado para la ocasión. En el salón había una fauna variopinta. Desde la Hiena Barrios hasta el Oso Pereyra, el conocido barra de Boca muy vinculado al sindicato y que fuera asesinado en 2017.

No era el único presente con antecedentes de violencia en el fútbol. En la mesa principal también había varios referentes de un sector de la barra brava de Independiente, encabezados por Pichón y Sting, grupo enfrentado a la conducción de la tribuna roja de entonces, ligada a Pablo Bebote Alvarez. Y cuando llegó la hora de la mesa dulce, empezaron los confites: irrumpió la fracción oficial de Los Diablos de Avellaneda y se produjo un tiroteo infernal que dejó varios heridos de bala que tuvieron que ser internados en el hospital Fiorito. Esta vez por lo menos la sangre no llegó al río. Aunque las promesas de batalla, siguen vigentes.