Tras la derrota por penales que consagró a Sevilla en la Europa League, el entrenador de Roma José Mourinho regaló su medalla a un hincha y dejó incierto su futuro en el club italiano diciendo que está "muy cansado" y que estará "hasta el lunes".

Mourinho le regaló la medalla a un hincha
El técnico se sacó la medalla de plata por haber conseguido el segundo puesto en el torneo europeo y se dirigió a la tribuna, en donde se acercó a un pequeño hincha de la Roma y se la regaló.

"Me quedo con las de otro y regalo las de plata", sostuvo Mourinho. Esta fue la primera vez que el técnico portugués perdió en una final europea, previamente entre Champions League y Europa League, había ganado cinco.

Mourinho sobre su futuro en Roma
"Tengo ganas de irme a casa el lunes y de jugar el domingo, que lamentablemente no puedo estar en el banquillo. Necesito vacaciones, estoy muy cansado. Hasta el lunes estaré en Roma", dijo el portugués al término del encuentro que terminó 1 a 1 en los 90 y 4-1 en la tanda de penales.

Además agregó que considera debe  "pelear por estos chicos y no puedo decir objetivamente que me quedo. Dije hace unos meses que si tenía contacto con un club se lo diría a los propietarios, no haría nada en secreto. Hablé con el club en diciembre cuando Portugal estaba allí. De momento no he hablado con nadie porque no hay ningún equipo. Tengo un año más de contrato con el Roma, la situación es esta".

En tanto, se refirió al arbitraje y criticó: "La influencia de los árbitros en nuestros partidos es una cosa a la que ya estamos acostumbrados, pero en una final europea no me lo esperaba". "Basta con ver la boca de Ibáñez y se entiende todo, con ver a Lamela que ha tirado un penalti y que tenía que haber sido expulsado; basta con ver que el equipo que jugó mejor en el primer tiempo es el que ha terminado con tres amarillas. Pellegrini se cae y es amarilla, Ocampos simula y no hay amarilla", agregó.

Mourinho aseguró: "Se lo he dicho a los jugadores al final del partido, con ellos hablo siempre de manera honesta. He ganado cinco finales antes que esta y no me voy a casa menos orgulloso esta vez que en las otras cinco que he ganado. Muy orgulloso de los chicos".

"O salimos de aquí con la copa o salimos muertos. Y salimos muertos. Los jugadores están muertos de cansancio, yo también, física y psicológicamente. Ha sido una final durísima, creo que hemos jugado casi 150 minutos porque los descuentos han sido increíbles", sentenció.