Hoy se cumplen ocho años del femicidio de Chiara Páez, y su familia sigue esperando justicia. A pesar de la lentitud de la burocracia judicial, su padre Fabio Páez ha manifestado que están dispuestos a llegar hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nación. "Queremos que los menores homicidas de chicos y chicas no tengan privilegios al condenarlos y que estos antecedentes no perjudiquen a otras causas", afirmó.

La causa penal sigue en curso, pero la reducción de la condena al joven condenado por el crimen de Chiara ha generado preocupación en la familia. La Corte Suprema de Justicia de la Provincia recibió una presentación en el mes de marzo de este año, tras conocerse que la condena a Manuel Mansilla había sido reducida. Los jueces establecieron que cumpla una pena de 15 años en vez de los 21 y 6 meses que le había dado el fuero de Menores.

La muerte de Chiara fue una de las primeras calificadas como femicidio en el país, y Mansilla fue el primer menor en Latinoamérica juzgado bajo esta figura penal. Tras conocerse las circunstancias de su muerte, se inició en Argentina el movimiento "Ni Una Menos", en repudio a los homicidios de tantas mujeres víctimas de violencia familiar.

La familia de Chiara Páez no se rinde en la búsqueda de justicia, y su caso sigue siendo un ejemplo de la lucha contra la violencia de género en el país. A pesar del dolor desgarrador de la pérdida física de su hija, la familia sigue adelante en su lucha por una sociedad más justa e igualitaria.

Desde la sociedad, se espera que este caso y otros similares no queden impunes, y que las autoridades judiciales tomen medidas para proteger a las víctimas de la violencia de género y castigar a los responsables de estos actos criminales. Solo así se podrá garantizar que todas las personas, sin distinción de género, vivan en un entorno seguro y libre de violencia.