"El PSOE (Partido Socialista) nos envía varios documentos que son un corta y pega de su pacto con Ciudadanos (liberales), escondiendo las medidas más vergonzosas. Esto no es serio", afirmó el líder de Podemos, Pablo Iglesias, en su perfil de Twitter.

De esta forma tajante, Iglesias -quien de entrada rechazó el acuerdo previo al que llegaron socialistas y liberales -dejó claro que existen muy pocas o nulas posibilidades de que su partido facilite la elección de Sánchez y destrabe el bloqueo político en el que está España desde las elecciones de diciembre pasado.

A pesar de ello, el líder del Partido Socialista (PSOE), que necesita un acuerdo con Podemos, aún no baja los brazos.

"De vosotros depende que estas medidas arranquen el gobierno del cambio. No es serio que siga (el presidente en funciones Mariano) Rajoy", le respondió Sánchez a Iglesias a través de las redes sociales.

El dirigente socialista afronta este martes por la tarde la sesión de investidura en el Congreso de los Diputados, donde defenderá su programa de gobierno antes de que el miércoles se someta a la primera votación como candidato a la presidencia del gobierno de España.

Para ser elegido requiere mayoría absoluta, algo imposible que ni él se planteó. Pero el viernes tendrá lugar la segunda votación, en la que necesita mayoría simple, más votos afirmativos que negativos.

Ese era el objetivo nada fácil que se propuso Sánchez y que, salvo que se produzca un cambio inesperado, tampoco logrará, ya que sólo tiene garantizados el voto favorable de los 90 diputados de su PSOE y los 40 de Ciudadanos, es decir, 130 de 350 de la Cámara Baja. Sólo el conservador Partido Popular (PP) de Rajoy (con 123 votos) y Podemos (69), que votarán en contra, podrían provocar un vuelco a la situación.

Tras aceptar el encargo del rey Felipe VI de formar gobierno hace casi un mes, la estrategia del dirigente de la segunda fuerza más votada era negociar hacia la derecha y la izquierda, con Ciudadanos y Podemos, en busca de un acuerdo "transversal" para un "gobierno progresista".

Podemos -tercera en número de votos- exigía un gobierno de coalición, pero Sánchez alcanzó primero un pacto con Ciudadanos -cuarta fuerza-, lo que llevó al partido antiajuste y al resto de fuerzas de izquierda a levantarse de las negociaciones por considerar que el acuerdo era incompatible con sus programas, fundamentalmente en lo que respetaba a las políticas económicas.

Sánchez, no obstante, se guardó un "as" en la manga, y horas antes de que comience el debate de investidura, lanzó una nueva oferta a Podemos y sus aliados para que "se sumen al cambio".

El socialista lo anunció en horas de la mañana de este lunes, ante el Comité Federal de su partido, donde explicó que la oferta a los partidos de izquierda iría "mucho más allá" del acuerdo con los liberales pero que era "compatible" y "coherente" con lo pactado con su líder, Albert Rivera.

Después envió cinco documentos por separado elaborados para que coincidan con los programas electorales de Podemos y su aliados de Cataluña, Galicia y Valencia, así como para Izquierda Unida, en los que destacan medidas más sociales y de regeneración democrática.

A Podemos les ofreció dar respuesta a los "problemas de carencia material severa", una especie de ley de "emergencia social" para hacer frente a los problemas de desigualdad, en línea con lo que plantea Iglesias. En ese sentido, el PSOE se compromete a combatir desahucios y la pobreza energética; y también a garantizar un "suelo social presupuestario" por medio de una reforma constitucional.

"Por nosotros no va a ser, yo no renuncio a (dejar) que España siga en funciones y que siga siendo el presidente del gobierno Mariano Rajoy", aseguró Sánchez ante la cúpula de su partido, al explicar su oferta tras recibir este fin de semana el aval de la militancia al acuerdo alcanzado con Ciudadanos.

Pero el secretario de Economía de Podemos, Nacho Álvarez, apuntó que "difícilmente es posible plantear una política social avanzada, que recupere los derechos que se han perdido, sobre la base del acuerdo con Ciudadanos que consolida una suerte de austeridad light".

"Si no se modifica el acuerdo al que han llegado con Ciudadanos, el documento será incoherente e inasumible", remarcó en declaraciones a los periodistas en el Congreso.

"La propuesta del PSOE a @EnComu_Podem para Cataluña no va más allá de Ciudadanos. Eso sí, también lo podría firmar el PP (Partido Popular)", comentó, con ironía, también en Twitter, Xavier Domenech, el vocero de la candidatura catalana aliada de Podemos.

De hecho, Domenech calificó de "propuesta tímida" lo que el PSOE ofrece para Cataluña ante el conflicto secesionista, puesto que sólo se habla del cumplimiento de lo que ya establece el Estatut- ley de autogobierno - y mejorar un poco la tarifa eléctrica y algunos equipamientos culturales.

Por lo tanto, los aliados catalanes de Podemos, que presionan a favor de la celebración de un referéndum de secesión, también dirán "no" a Sánchez en las sesiones de investidura del miércoles y viernes.

A la vez que Sánchez intentaba atraer a los partidos de izquierda, Rivera volvió a apelar a Rajoy para que el PP facilite la elección del líder socialista: "Rajoy decide si España se pone en marcha o se encalla", dijo en una entrevista televisiva.

Desde el PP, la vocera Andrea Levy le respondió con pocos preámbulos: "Cuando Pedro Sánchez fracase en su intento de investidura, ahí estará el Partido Popular”. El líder del PSOE "pasará a la historia por ser "Pedro Sánchez el breve", subrayó

Lo cierto es que Sánchez tendrá dos meses a partir de la votación de investidura para desbloquear la actual situación antes de que se convoquen nuevas elecciones para el 26 de junio.

- Télam