La industria audiovisual, en ocasiones, muestra algunos problemas para conseguir nuevas
ideas de cara a sus guiones y tramas argumentales. No son extraños los “remakes”, “reboots” y
otros tantos intentos de aprovechar ideas del pasado. Lo que funcionó en su momento, puede
volver a funcionar hoy. Y si no, siempre queda la nostalgia para que algunos usuarios acudan al
cine a ver la nueva versión de alguna película que triunfó hace 3 ó 4 décadas. Pero también es
cierto que algunas productoras andan buscando, desde hace tiempo, algún “Santo Grial” de las
ideas para poder realizar grandes sagas con un universo argumental ya creado y que pueda
funcionar. Ha ocurrido, recientemente, con el Universo Marvel y sus personajes.

Lo de Marvel ha sido como ver la luz para Hollywood. Cierto es que ha requerido una buena
inversión de dinero y talento, pero la rentabilidad ha sido mayúscula. Sin embargo, no todo
puede ser Marvel. Pensar en algún género que atraiga a los espectadores y de suficiente juego
a nivel creativo no es una tarea fácil. Por suerte, la posición actual de los videojuegos y los
eSports le han abierto los ojos a más de un agente del mundo audiovisual. Esto de adaptar los
videojuegos al cine no es algo nuevo; en los 90´s ya se lanzaron algunas películas
aprovechando el tirón de los juegos de lucha como “Street Fighter” o “Mortal Kombat”. Por
desgracia, el factor comercial pesó más que el creativo y estos dos títulos se encuentran, hoy,
con una pésima valoración en muchos portales especializados.

Hubo que recorrer un gran camino, con varios fracasos de por medio, hasta que se consolidase
este modelo y llegar a las producciones de calidad que hoy se encuentran en forma de
películas o series. Muchos tienen en mente un caso muy reciente y que ha adquirido gran
popularidad. Nos referimos a “Arcane”, la serie de Netflix que se ha inspirado en uno de los
juegos que mayores audiencias congregan en los eSports y que genera numerosas visitas a los
sitios web de pronósticos, que siguen las competencias de LOL, y una enorme de contenido en
redes sociales. “Arcane” no sólo ha representado un notable éxito de audiencia, sino que
también ha sido reconocida con numerosos galardones de prestigio.

Pero antes llegaron títulos como la saga “Tomb Raider” o la de “Resident Evil”, que ya pusieron
más atención en los detalles, tanto a nivel de plasmar aquellos juegos de forma más fidedigna,
como en materia de crear una trama más elaborada. Además, contaban con estrellas para los
papeles principales, en un intento de llevar a cabo un proyecto serio. De aquellas iniciativas
nacieron otras más actuales, como “Uncharted” o los “remakes” de las citadas sagas. También
algunos populares personajes han tenido vida en el cine, como Pokémon, Sonic o Mario Bros,
más enfocados a un público juvenil. Entremedio, algunos sonados fracasos, como “Doom” o
“Tekken” tuvieron lugar.

Pero la idea de sacar partido de un género con muchos adeptos y personajes bien conocidos,
en un universo creativo rico y con posibilidades, ya estaba en marcha. Y nunca se ha dejado de
lado; al menos, en las últimas dos décadas. El éxito de Arcane ha venido acompañado de otra
serie de animación inspirada en su gran rival, Dota 2, con el título “Dota: Sangre de Dragón”,
que ya va por su tercera temporada. y es que los eSports le han dado, si cabe, una mayor
relevancia todavía a los videojuegos, que hoy ya son uno de los más importantes pilares del
ocio digital. Por supuesto, esto está teniendo un reflejo en el cine y en las plataformas de
streaming.

Los consumidores de videojuegos son conocedores de estos particulares universos creativos y
valoran las series y películas que desarrollan estas tramas argumentales. Ya sea comprando
entradas para el cine o consumiendo estos productos en plataformas como Netflix
(distribuidora de “Arcane” y “Dota: Sangre de Dragón”), la audiencia está siendo más que
aceptable para los productos inspirados en estos entretenimientos. Por otra parte, una vez
comprobada su aceptación por el público, no es difícil lanzar secuelas y sagas enteras sobre
estos universos basados en los juegos. El material siempre estuvo ahí. Y es un fenómeno que
no se detiene.