China aplica actualmente una fuerte política de restricciones debido al Covid-19 y provocó el cierre de distintos negocios, entre ellos, la mayor fábrica de iPhones en todo el mundo.

El país comandado por Xi Jinping adopta una estrategia "cero Covid", con confinamientos masivos, tests y largas cuarentenas para erradicar la circulación del virus en el territorio.

El gobierno chino registró 1.241 nuevos casos positivos este miércoles, según informó la Comisión Nacional de Salud. Entre los contagiados se detectó un brote en una fábrica en la ciudad de Zhengzhou, que cuenta con 300.000 mil empleados y es considerada la fábrica de iPhones más grande del mundo.

FoxConn Technology Group, ente financiero que gestiona la planta, reconoció el brote pero aseguró que la parte operativa y la producción se encuentran "estables". "Las medidas de salud y seguridad para los empleados se mantienen", aseguró el productor de electrónica taiwanés.

A pesar de que las alarmas se encendieron por el brote en la fábrica, la compañía hizo referencia a un grupo "pequeño" de afectados y desmintió los rumores sin fundamento en internet que hablan de decenas de miles de infecciones.

Este miércoles 26 de octubre la ciudad de Wuhan volvió a confinar durante cinco días a uno de sus distritos por un fuerte rebrote de Covid-19. El distrito de Hanyang puso en aislamiento a casi 900.000 residentes y el gobierno les solicitó estrictamente permanecer en sus casas.

Además, entre las medidas de confinamiento el gobierno dispuso el control de las carreteras y el cierre de cualquier acceso al distrito. Los habitantes, por su parte, deberán afrontar pruebas PCR en cada día de aislamiento.

China, que insiste en la política denominada como "cero Covid", lleva más de cinco meses lidiando con rebrotes de la variante Ómicron, con el caso más serio ilustrado por el confinamiento de la megalópolis de Shanghái (26 millones de habitantes) durante más de dos meses.