El Gobierno se presta a lanzar Precios Justos, para controlar la inercia inflacionaria. Tras el dato de inflación del INDEC que marcó un 6,2% en septiembre, el ministro de Economía Sergio Massa, dio a conocer los pasos a seguir: ya comenzaron las reuniones con 20 empresas de consumo masivo para llegar a un acuerdo, al tiempo que prepara un tablero de control online con todo el sistema de precios. En las últimas horas, Comercio brindó más datos sobre la medida.

Como anticipó Ámbito, el Gobierno apuesta a un gran acuerdo de precios y salarios por cuatro meses que sirva para alinear las expectativas. Matías Tombolini, en diálogo con Radio 10 aseguró que este programa - que busca entrar en vigencia a partir de noviembre- ampliará el alcance del actual Precios Cuidados. Lo novedoso es que esta vez, se busca que el precio esté impreso en las etiquetas.

"La expectativa es que el programa tenga una duración de 90 a 120 días. Estamos trabajando en todos los rubros principales que tiene que ver con el consumo que se produce en la góndola", agregó Tombolini. La estimación de productos que estarán incluidos en Precios Justos es de 1500 a 2000, que se incorporarían por etapas.

Distintas fuentes de la industria consultadas por este medio destacaron la iniciativa, aunque señalaron que debe darse en el marco de un ordenamiento macroeconómico y con un amplio apoyo político que debe manifestarse, en principio, con la aprobación del proyecto de presupuesto.

En cuanto a controles de precios si bien el ministro lo descartó, Comercio ratificó que se buscará ampliar los controles y continuar monitoreando el cumplimiento semanalmente con las empresas.

El diagnóstico del Gobierno es que el eje central del combate contra la inflación es a través del ordenamiento fiscal, la reducción de la emisión monetaria y la acumulación de reservas. No obstante, consideran que en el caso argentino el fenómeno está condicionado por las expectativas que generan a su vez incrementos preventivos que conforman un componente “inercial”. Lo que se busca ahora, es atacar este último punto, para llevar el índice de precios al consumidor, al menos, hasta los niveles previos al inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania.