“Es una situación que se repite todos los años para esta época, pero que se ha agravado producto de la gran sequía y de los fuertes vientos que hacen que los focos se propaguen más rápidamente y sea mucho más complejo y riesgoso controlarlos”, detalló. 

 “Todos los cuarteles de la región estamos teniendo salidas a diario para sofocar focos de incendios. Por suerte tenemos el equipamiento necesario, pero cuando la magnitud del incendio es mayor necesitamos de la colaboración de los productores para que con sus tractores y discos trabajen determinadas zonas y eviten que el fuego avance, permitiéndonos atacarlo más fácilmente”, explicó Goiburu. 

 El Jefe del Cuerpo Activo comentó sobre el feroz incendio que afecto un tambo en Christophersen: “Nosotros estuvimos en estado de alerta, pero no se requirió de nuestra participación. Según pudimos dialogar con bomberos locales, el incendio comenzó en horas del mediodía en un terreno seco y se propagó hacia el tambo. Recién hacia la medianoche los bomberos lograron controlar la situación”, comentó. 

 “Es muy importante que todos estemos atentos para evitar este tipo de situaciones. Te diría que la mayoría de los focos se dan por negligencias o son ocasionales. Muchas veces son realizados con un fin determinado y terminan por salirse de control y afectando zonas aledañas. Como sociedad tenemos que tener la responsabilidad de no dejar brasas, ni colillas, ni cualquier elemento que pueda provocar incendios”, sentenció Goiburu.