El arribo de la cuarta y última temporada -fechada para el 27 de mayo-  no sólo revolucionó a los fanáticos, sino que posicionó a la serie entre los temas más comentados de la semana.

En medio del éxito y la masividad, resulta relevante poner bajo la lupa un dato que para millones de usuarios pasó desapercibido. Se trata del proyecto MK-Ultra, un experimento psicológico desarrollado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) durante la Guerra Fría.

Aunque en un principio algunos seguidores pensaron que sólo era una teoría conspirativa, los creadores de la ficción, Matt y Ross Duffer, confirmaron que utilizaron la iniciativa del Gobierno estadounidense como “base científica”. De acuerdo con declaraciones que ambos dieron en 2016, buscaron “contrarrestar” los elementos sobrenaturales con un “hecho altamente comprobable”. Entonces, ¿qué hay detrás de la trama de una de las tiras más populares de Netflix?

En 1953, año en que se inició el programa de control mental, el mundo estaba dividido en dos bloques: por un lado, Estados Unidos y, por otro, la Unión Soviética (URSS). El objetivo de los investigadores era producir una droga que obligara a los comunistas a decir siempre la verdad y así, correr con más ventaja en el enfrentamiento. No obstante, para conocer los efectos del estudio debían realizar pruebas, por lo que convocaron a miles de voluntarios que se sometieron a técnicas como la hipnosis, LSD y productos químicos.

Según los informes oficiales, se reclutaron personas de 80 instituciones diferentes, entre las que destacan hospitales y cárceles. Sin embargo, era una fachada: aquello que estaba regulado por el consentimiento se convirtió en algo siniestro, ilegal y perverso. A los métodos empleados se le sumaron abusos sexuales, aislamientos, torturas, privaciones sensoriales y hasta descargas eléctricas. De esta manera, quienes participaban perdían la vida o, en el mejor de los casos, enloquecían.

La extraña naturaleza de los exámenes condujo al cierre del proyecto en 1965. Si bien la mayoría de los documentos se destruyeron, otros fueron desclasificados, filtrando la información suficiente como para inspirar los sucesos más tétricos de la producción audiovisual.

En Stranger Things dichos acontecimientos fueron incluidos en la temporada uno, conformando los cimientos de los experimentos del Doctor Benner con Eleven. La tira revela que la madre del personaje encarnado por Millie Bobby Brown participa de los ensayos mientras está embarazada. Como consecuencia de las sustancias, obtiene poderes psíquicos. 

El antecedente del MK-Ultra: Experimento Filadelfia
El Experimento Filadelfia sentó la estructura del proyecto MK-Ultra. Durante 1943, fecha en que se desarrollaba la Segunda Guerra Mundial, la Armada de los Estados Unidos montó laboratorios secretos en astilleros navales; específicamente, en el destructor escolta llamado USS Elridge. El fin de dicha iniciativa era quitar del mapa al buque para utilizarlo como escenario de la ilegalidad.

Ante los resultados desastrosos, el proyecto se archivó y obligó a que, diez años después, los participantes volvieran a reunirse. El resultado de los encuentros decantó en el Proyecto Montauk, que buscaba continuar tanto con el blindaje electromagnético como con la metodología exótica, intentando concretar los viajes en el tiempo. 

Según el testimonio de Alfred Bielek, un hombre que estuvo involucrado, los experimentos abrieron accidentalmente un agujero en el hiperespacio en la ciudad entre 1943 y 1984. Por eso, no es coincidencia que los productores crearan un portal similar en los laboratorios donde le realizaron los estudios a la protagonista. Tampoco que, originalmente, el nombre de la ficción fuese Montauk.

Aunque se confirmó que el Mk-Ultra existió, los expertos aún analizan la existencia del Proyecto Montauk. Lejos de quitarle mérito a la pieza audiovisual, los hechos reales realzan el suspenso, la adrenalina y la fiebre por esta serie de otra dimensión.