Los estudiantes secundarios de los departamentos La Capital y Rosario volvieron ayer a clases presenciales luego que el Ministerio de Educación habilitara su retorno conforme a una mejora de los indicadores sanitarios. Sin embargo, de acuerdo a lo informado por los gremios docentes, la concurrencia fue "escasa" en el primer día hábil.

Desde SADOP, el gremio que agrupa a docentes privados provinciales, solo abrieron sus puertas 8 de cada 10 establecimientos debido a que no llegaron a limpiar los edificios ni sanitizarlos debidamente y acusaron al horario en que se efectuó el comunicado oficial, a última hora del miércoles tardecita de ayer.

De igual forma desde AMSAFE coincidieron en la necesidad de acondicionar las escuelas debidamente y advirtieron que en Rosario y Santa Fe no están dadas las condiciones epidemiológicas.

Luego del inesperado anuncio del Ministerio de Educación sobre la vuelta a clases, los sindicatos se encargaron de aclarar que cada establecimiento notificaría a sus estudiantes cuándo se haría efectivo el regreso a la presencialidad en función del grado de organización institucional, el cual no necesariamente debería ser esta semana.

Acto seguido, la ministra de Educación Adriana Cantero, salió al cruce de los cuestionamientos y aseguró que “no hubo nada de improvisado”, al tiempo que recordó que “ya se venía trabajando en sentido” durante todo junio. De igual modo consideró que la comunidad educativa “debe acostumbrarse a esta situación dinámica” generada por la pandemia de coronavirus.

Cantero señaló que los índices sanitarios en la provincia están mejorando. “Estamos mejor en el nivel de contagios y sobre todo en la baja de camas críticas. Por eso decidimos habilitar este dispositivo, habida cuenta que nos quedan seis días de clases antes del receso de invierno. Así hacemos lo posible para que todos los chicos tengan una oportunidad de retomar esa presencialidad antes de las vacaciones”, expresó.

En el mismo sentido la funcionaria afirmó que “las escuelas están abiertas. Los profesores deben estar en los establecimientos. Hemos dicho que deben estar ahí para evacuar consultas, realizar tutorías y por lo tanto no debe ser dificultoso cambiar el dispositivo”.

“También le hemos dicho a la comunidad educativa que hay que aprender a funcionar con esta flexibilidad de la intermitencia. Veníamos dando clases virtuales, había comunicación con los chicos en pequeños grupos y en consultas. No hay mucho que preparar. Hay que decir que en estos seis días vamos a tratar de encontrarnos en las escuelas”, subrayó.

La ministra de Educación agregó que después de las vacaciones de invierno se volverá a analizar la situación epidemiológica para determinar cómo se seguirá en la segunda parte del ciclo lectivo.