e viene una nueva Copa América. Especial, particular, en medio de la pandemia. No será en Colombia ni en Argentina, sino en Brasil, la sede elegida por la Conmebol para albergar el torneo. Lo volverá a organizar dos años después de la última edición, jugada justamente allí.

Y para empezar a palpitar la previa, en Olé vamos a repasar las actuaciones de Lionel Messi, capitán de Argentina, en las anteriores Copas que disputó. ¿Cómo le fue? En su sexta participación, tratará de alzar el título.

Ya con un Mundial jugado, el joven Messi -que usaba la 18- arrancó de titular con el Coco Basile, jugando como mediapunta en un equipo experimentado, con Crespo, Riquelme, Ayala y Verón, entre otros. Argentina llegó a la final a paso firme, pero no pudo en el partido decisivo con Brasil, cayendo por 3-0. Leo marcó dos goles en esa competencia: uno a Perú en cuartos y el otro un golazo a México en semifinales.

La Argentina del Checho Batista no pudo cumplir con las expectativas puestas al principio, jugando de local. Messi, reciente campeón de Europa con Barcelona en aquel momento, tuvo una participación opaca, al igual que todo el equipo. El capitán no marcó en cuatro partidos (sólo anotó en la serie de penales contra Uruguay en Santa Fe). Eliminación en cuartos frente a los charrúas (5-4 desde los doce pasos) y nuevo tropezón para Leo y compañía.

Un año después del subcampeonato en el Mundial de Brasil, la Copa América asomaba como el gran desquite para un grupo de jugadores que se merecía un título. Tata Martino era el entrenador. Leo, ya más maduro y nuevamente campeón de la Champions, arrancó metiendo un gol en el empate 2-2 contra Paraguay. Luego, convirtió en la serie de penales contra Colombia en cuartos (5-4). El equipo del Tata había vapuleado a los guaraníes en semis (6-1) y soñaba con la corona. El 10 tampoco falló en la definición de la final contra Chile, pero los trasandinos se quedaron con la Copa en Santiago desde los doce pasos (4-1). Nueva desilusión.

Por la Copa América Centenario, Argentina iba por la gran revancha en Estados Unidos. Con Tata Martino en el banco, el Seleccionado tuvo una gran funcionamiento hasta la final. Messi no había estado en el primer partido contra Chile (2-1) por lesión, pero se despachó al siguiente encuentro con Panamá con un triplete. Ya mejor físicamente, arrancó como titular en cuartos y anotó en la goleada contra Venezuela (4-1) y frente a Estados Unidos (4-0). Los trasandinos aparecieron otra vez en la final y no hubo caso. 0-0 y definición por penales. Leo falló el primer remate y Argentina otra vez vio a los chilenos alzar el trofeo (se impusieron 4-2). Una pena. Después de eso, el 10 renunció momentáneamente al Seleccionado.

En una nueva etapa, ya con Lionel Scaloni como DT y aparición de nuevos jugadores, Argentina pasó por todo en esa competencia en Brasil. Transitó una fase de grupos irregular (una victoria, un empate y una derrota), con un gol de Messi de penal contra Paraguay. Luego, tras vencer en cuartos a Venezuela, llegó el polémico partido contra Brasil, donde los locales ganaron 2-0 y la Selección reclamó por dos jugadas polémicas que el VAR no quiso revisar. Al siguiente partido, por el tercer puesto, Argentina venció a Chile por 2-1, pero Messi fue expulsado por un cruce con Gary Medel. Eso desató la furia del 10, que luego criticó fuertemente a los arbitraje y a la Conmebol.