El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, renunciará el martes de esta semana a su cargo para tratar de formar un nuevo Gobierno y darle una resolución a la crisis política que empezó la semana pasada con la salida de la coalición oficialista del partido Italia Viva, del expremier Matteo Renzi.
 
 
Italia registró este lunes 8.561 casos de coronavirus, el número más bajo desde el 14 de octubre de 2020, y una menor marca frente al promedio de 12.219 de la última semana.

Las autoridades informaron además 420 muertes por coronavirus en las últimas 24 horas, que elevan el total a 85.881 desde el inicio de la pandemia. En los últimos siete días se mantuvo el índice de positividad en alrededor de 5 casos positivos por coronavirus cada 100 tests hechos a nivel nacional.

En ese marco las autoridades comenzaron a permitir el regreso gradual a las clases presenciales en todo el país, y mientras tanto Conte buscará solucionar la crisis política al presentar su renuncia al presidente Sergio Mattarella en el Palacio sede de la jefatura de Estado italiana.

La presidencia del Consejo de Ministros informó que Conte reunirá a su gabinete para "comunicar a los ministros la voluntad de dirigirse al Quirinale para entregar su dimisión".

Tras lograr un voto de confianza la semana pasada en el Parlamento, Conte tratará de obtener un encargo de Mattarella para formar un nuevo Gobierno que incluya a fuerzas de centro que se sumen a la coalición de centroizquierda que forman el Partido Democrático (PD), el Movimiento Cinco Estrellas (M5E) y Libres e Iguales (Lel).

La renuncia de Conte podría ser el resultado de la presión de los cinco senadores cuyos votos son la clave para que el mandatario recupere una mayoría propia en el Congreso.

El martes pasado Conte obtuvo 156 apoyos en el Senado que lo ratificaron en el cargo pero lo dejaron a cinco votos de la deseada mayoría absoluta.

Los diarios La Stampa y Repubblica coincidieron este lunes en que varios de los "constructores" -los cinco senadores claves- le habrían pedido al premier que presente su renuncia formal a Mattarella para recibir el encargo de formar un nuevo Gobierno al que los legisladores de centro puedan sumarse de manera formal.

Conte utilizó ya un método similar en agosto de 2019, cuando renunció al Gobierno que encabezaba desde junio de 2018 en una alianza entre el Cinco Estrellas y la derechista Liga. En aquella ocasión, recibió el encargo de Mattarella y formó una nueva coalición con el M5E, el PD y LeI, una alianza que lo mantuvo en el poder hasta ahora.

La aceleración de la decisión de Conte se dio para evitar lo que parecía una segura derrota política en la sesión de ratificación que debía enfrentar este miércoles su ministro de Justicia Alfonso Bonafede y para la que Italia Viva ya había adelantado su voto negativo.

Mientras tanto, la oposición de centroderecha que agrupa a Fuerza Italia de SiIvio Berlusconi, Liga de Matteo Salvini y Hermanos de Italia de Giorgia Meloni, reforzó su pedido de una convocatoria a elecciones.

Todavía en funciones, Conte continuó este lunes con la ronda de encuentros para buscar agrandar la coalición y ganar volumen político y se reunió con las cámaras patronales del país, incluida la unión industrial Confindustria, para buscar involucrarlos en el diseño del plan de manejo de los € 209.000 millones que Italia recibirá de Europa para afrontar la pospandemia.