"Cartucho", un viejo perro mestizo que hace tres años tiene jerarquía de sargento, y fue adoptado como un emblema por la policía de Corrientes, paradójicamente murió atropellado por patrullero.

Hace unos días había recibido el alta médica después de que le detectaran un problema renal producto de su avanzada edad. El médico veterinario de la fuerza, Javier Aucar, estima que tenía unos 17 años.

 
 
El Comisario inspector de la Comisaría Séptima, Erasmo González, en diálogo con Radio Dos contó cómo murió: "El personal que entró de guardia se disponía a trasladar demorados, "Cartucho" estaba en zona de la galería, donde siempre se ubicaba, cuando el móvil estaba retrocediendo, no advierte que el perro en su afán de acompañarlo, como siempre, se ubica detrás del móvil, y no le dieron sus reflejos para correrse". 

Queremos informar a la comunidad que nuestro sargento Cartucho se encuentra desde ayer con tratamiento especial...

"El chofer está destruido porque no es fácil pasar esto, era como un compañero que estaba con nosotros en la guardia", relató el comisario.

El nombre original era Milton, así lo había bautizado Julieta, su dueña, quien lo crió hasta que un día se escapó. Corrió detrás de un patrullero y se instaló en la comisaría. Nunca logró que volviera a su casa, aunque a veces iba a visitarla.

Desde entonces el animal acompañó a los uniformados a los operativos y en las recorridas en los patrulleros. El rango de sargento le fue otorgado en agosto de 2017, luego de que el director de la Policía Metropolitana de Corrientes, el comisario Julio Gómez, emitiera una directiva para prohibir la permanencia de mascotas en las seccionales, tras la mordida que Cartucho le dio a una niña de dos años que se acercó a la dependencia.

 "Cartucho" durante años "prestó servicio" en la comisaría séptima de Corrientes. (Foto: Radio Dos).
El revuelo que generó en el barrio la decisión repercutió en la cúpula policial. El entonces jefe de la fuerza en la provincia, el comisario General Eduardo Acosta, revirtió la medida, desplazó al director policial que había emitido la orden y categorizó a Cartucho.

En un ataúd y con su uniforme, los restos del perrito policial fueron despedidos por las más altas autoridades de la fuerza.