El dólar contado con liquidación, utilizado en el mercado para fugar divisas, continuó hoy con una marcada tendencia alcista y se afirmó por encima de los $110, por lo que la brecha con el mayorista llegó a 69,3%.

Este miércoles se volvió a dar una fuerte demanda de dólares en sus cotizaciones libres y legales en un mercado que se mantiene a la expectativa respecto de la presentación del Gobierno de una propuesta de reestructuración de deuda.

A ello se suma el nerviosismo y la incertidumbre por la crisis financiera global por el impacto económico del coronavirus.
Pasadas las 15, el contado con liquidación cotizaba a $111,13, con lo que la brecha con el tipo de cambio oficial crecía a 69,3%.

El «contado con liqui», transacción mediante la cual se compran acciones que cotizan en dólares y se las gira al exterior para luego de algunos días hacerse de moneda extranjera, comenzó a dispararse desde el inicio de semana, cuando superó los $100.

De ese modo, con relación al martes, el incremento se ubica en torno a los $4.

El dólar bolsa, por su parte, tuvo un aumento más moderado, de poco más de un peso y operó a $108,72 tras el cierre del mercado minorista.

En el Banco Nación la divisa se mantuvo en $66,75, mientras que si se suma el recargo por el Impuesto País, asciende a $86,77.

El dólar mayorista terminó este miércoles con una suba de 11 centavos, a $65,61 y durante la semana ya acumuló un avance de 45 centavos.

El volumen negociado en el segmento de contado fue levemente inferior al del día anterior al llegar a US$ 205,650 millones.

Operadores indicaron que a lo largo de la rueda la oferta privada volvió a presentarse en la plaza cambiaria, principalmente luego del mediodía.

Ello generó que nuevamente el Banco Central llevara a cabo compras para sostener la cotización del tipo de cambio.

El titular de la autoridad monetaria, Miguel Ángel Pesce, consideró que la disparada de las diferentes cotizaciones libres del dólar son «maniobras especulativas», mientras que afirmó que «fueron muy bajos los montos operados».

Evaluó además que no cabe «ninguna duda» de que esas maniobras buscan generar desestabilización, al apuntar: «No tiene otra explicación».