El «rodete» como se le llama a la enorme pieza a la que van adheridas las paletas, pesa 250 toneladas y fue fabricada en la Argentina por la empresa IMPSA, que desde hace un tiempo ya no está bajo control del empresario argentino Enrique Pescarmona.

 
La pieza, que mide 5,5 metros de altura, llegó a Corrientes desde el Centro Tecnológico IMPSA Mendoza, tras circular por las carreteras y rutas argentinas a muy baja velocidad, en esos largos camiones con más de diez ejes. Casi una postal de la Argentina de otros tiempos.

Cabe destacar que es la segunda turbina que llega a la Central Hidroeléctrica para continuar con las etapas del proceso de rehabilitación del parque generador, informó la EBY.

El plan de modernización del parque generador preve la renovación de las 20 turbinas. En paralelo, ya se licitó y se firmaron los contratos para la construcción de Aña Cuá, una «mini-Yacyretá» donde se instalarán 3 turbinas adicionales para agregar casi un 10 por ciento de potencia a la principal generadora de energía del país.

En el caso de Aña Cuá, la ganadora del contrato para la provisión de turbinas fue la alemana Voith, que realizará el trabajo por 100 millones de dólares.

 
Estos trabajos de rehabilitación están destinados a la puesta en valor del parque generador de la Central Hidroeléctrica, y es un paso más en las metas propuestas por la EBY en el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo (ODS) de Naciones Unidas número 7, el cual propone generar energía asequible y no contaminante.