El gobernador electo Omar Perotti va definiendo de a poco los nombres que lo acompañarán en su gabinete a partir del 11 de diciembre, cuando Miguel Lifschitz le traspase los atributos del poder. En medio de la "ansiedad y las operaciones", hasta ahora hay dos puestos confirmados: Walter Agosto como ministro de Hacienda y Danilo Capitani en el área de Desarrollo Social.

Agosto vuelve a un lugar que ya conoce. Ocupó la jefatura de Hacienda en el segundo gobierno de Jorge Obeid (2003-2007). Capitani, actual senador por el departamento San Jerónimo, fue el compañero de fórmula de María Eugenia Bielsa en la interna que perdió con la dupla Perotti-Alejandra Rodenas.

Una fuente muy cercana a Perotti se animó a confirmar a LaCapital solo estos dos cargos y relativizar los otros nombres que ayer circularon por las redes sociales. "Hay mucha operación, de propios y extraños", despejó el vocero.

De todas formas, dijo que los nombres rumoreados "seguramente" van a ser parte de gestión de Perotti. "Pero hoy por hoy no puedo asegurar que sean ministros o secretarios", enfatizó.

Si bien el rafaelino tiene en mente su equipo de gobierno, primero debe definir una cuestión operativa: reformular la ley de ministerios. Es muy probable entonces que el organigrama gubernamental que armó Lifschitz en 2015 durará solo hasta el fin de su gestión. Perotti sumará o quitará ministerios de acuerdo a las prioridades que le quiera imprimir a su gestión.

Pero lo que desvela a Perotti por estas horas no es tanto su futuro elenco ministerial. Hay inquietud y preocupación a dos bandas: por un lado, el manejo de la transición con Lifschitz y por otro, el vínculo con la Legislatura, sobre todo en el Senado, donde asomó una rebeldía inesperada y de propio cuño peronista.

Perotti cree que Lifschitz hizo todo lo posible para "pudrir" la transición con el objetivo de posicionarse políticamente como opositor al peronismo, aún cuando todavía no entregó el poder. "Pudo elegir irse por la puerta grande, pero prefiere irse por la puerta de atrás", graficó a este medio un dirigente que ocupará, desde diciembre, un despacho cerca del rafaelino.

Le reprochan al mandatario socialista "gestionar con plata ajena". Según los perottistas, Lifschitz incumplió su palabra de no hacer más licitaciones públicas, de abstenerse de pasar más empleados a la planta permanente del Estado y de engrosar el presupuesto 2020 con 1.200 millones de pesos extras para el funcionamiento de la Legislatura.

El propio equipo que designó Perotti para la transición asegura que cuando Lifschitz deje el poder, Santa Fe tendrá un rojo financiero que superará los 19 mil millones de pesos.

El otro tema inquietante se cocina en campo propio. No cayó bien la posición del senador de San Lorenzo, Armando Traferri, de retirarse de la mesa de transición. Tampoco que, juntos a otros senadores peronistas, haya habilitado el tratamiento de la extensión del Plan Abre a toda la geografía provincial. La aplicación de esta iniciativa, aparte de ser un caballito de batalla del socialismo, insumirá más de 4 mil millones de pesos que deberá costear la administración Perotti.

"Traferri y los senadores mandaban en el PJ porque el partido no estaba en el gobierno. Ahora el gobernador es Perotti, eso lo deberán entender", remató el vocero.