La actual presidenta comunal de María Teresa, María Cristina Gómez, se erigió en la candidata a senadora del Frente Juntos luego de consagrarse ganadora de una ardua interna que contaba con seis candidatos, donde los favoritismos estaban del lado de Patricio Marenghini, por ser de Venado Tuerto y por haber sido elegida como la lista oficial de Omar Perotti.

Sin embargo, con un fuerte respaldo en los pueblos, la dirigente de Unidad Ciudadana terminó imponiéndose por casi 1.100 votos de diferencia, en un resultado que sorprendió a ella misma: “Sabía que iba a ser muy difícil ganarle a Venado Tuerto desde una localidad pequeña de 4.500 habitantes, con 1.600 votos que fue la base de la que partíamos, que fue lo que obtuvimos en María Teresa. Por eso no estábamos muy seguros de poder ganar la interna, con un adversario bastante fuerte y el aparato de la ciudad”, evaluó en declaraciones al programa “La Cocina, para que la realidad no sea tan cruda” (Canal 8, miércoles a las 22).

Sin embargo, lo más sorprendente que contó Gómez fue que todavía, a más de diez días de las PASO, no recibió el llamado de Omar Perotti ni nadie de su entorno para felicitarla. Además tampoco se pudo reunir con José Luis Freyre para empezar a diagramar una campaña en conjunto. Eso sí, sus cinco adversarios en la interna justicialista viajaron a María Teresa y hubo una foto en conjunto.

“El peronismo logró una diferencia de casi 200 mil votos en la provincia que no creo que se vaya a revertir, estamos todos muy comprometidos para que Omar Perotti sea el próximo gobernador, aunque todavía no me ha llamado él ni nadie de su equipo para saber cuál es la estrategia para empezar a trabajar. Creo que en cualquier momento me van a llamar”, deslizó con un dejo de ironía.

Es más, reconoció que durante la campaña no tuvo ningún diálogo con el dirigente rafaelino “porque no éramos los candidatos oficiales, él apostaba mucho a Marenghini que era su candidato. De hecho, no estuve con Perotti en toda la campaña, la última vez que nos encontramos fue en Labordeboy antes de la presentación de las listas”.

Entonces, consultada por las diferencias ideológicas que existen entre ella y el candidato a gobernador, Gómez dejó una frase contundente: “Yo nunca voy a ser perottista ni él va a ser kirchnerista. Esto es un acuerdo que respetamos y al que nos sumamos porque el triunfo en la provincia no se va a lograr con individualidades sino con construcciones colectivas. Estoy convencida de que es el candidato, lo demostraron los votos y confío en su capacidad para gobernar”.

Y luego sentenció: “Los kirchneristas no estábamos muy conformes con el apoyo a Perotti por la manera en que votó en varias oportunidades… pero es uno de esos sapos que hay que comerse en la política”.